De acuerdo al modelo Alcohólicos Anónimos del alcoholismo, la adicción a las bebidas alcohólicas es una condición incurable y de toda la vida, e incluso una vez que una persona aprenda a abstenerse, ellos solo se pueden considerar a sí mismos como un “alcohólico en recuperación”. Si bien esta idea no es universalmente aceptada, ciertamente no hay negación de que el abuso del alcohol por mucho tiempo puede causar cambios duraderos en el cerebro, algunos de los cuales influye en la susceptibilidad de una persona para una recaída.
En un estudio que será presentado en la Convención Anual de la Sociedad de Medicina Nuclear e Imagen Molecular, investigadores revelan cómo el cerebro de aquellos que se las han arreglado para superar el hábito parecen haber desarrollado una adaptación particular que los ayuda a resistir su sed de alcohol.
Con esta información, pronto podría ser posible para los doctores predecir cuan propenso es una persona particular de recaer, simplemente mirando si su cerebro muestra señales de esta adaptación clave.
Este descubrimiento gira alrededor de un tipo de receptor llamado receptor de glutamato metabotrópico subtipo 5 (mGluR5). Aunque este receptor está probablemente involucrado en una serie de diferentes procesos, estudios previos han mostrado que ratones alcohólicos que han sido modificados genéticamente para que carezcan de los receptores mGluR5 están muchos menos motivados de consumir bebidas alcohólicas cuando no está disponible de manera inmediata.
Como resultado, se cree que el receptor juega un papel importante en la regulación de las ansias, y por lo tanto es posible que tenga jerarquía en determinar la posibilidad de recaída de una persona cuando intenta superar una adicción. El hecho de que los receptores mGluR5 se pueden encontrar en estructuras claves del cerebro que conforman el sistema de recompensa del cerebro agrega más peso a esta teoría.
Para investigar el rol de los receptores mGluR5 en los cerebros de alcohólicos en recuperación, los investigadores reclutaron a 16 personas quienes recientemente habían pasado a estar sobrios seguido de un periodo de abuso de alcohol, así como también reclutaron a 32 personas no alcohólicas. Usando una técnica llamada tomografía de emisión de positrones (TEP), los autores del estudio fueron capaces de determinar los niveles de receptores mGluR5 en los cerebros de los sujetos.
Sus hallazgos indican que, en los alcohólicos que se encuentran en recuperación, los niveles de los receptores mGluR5 se reducen significativamente en el sistema límbico – una red de las regiones del cerebro que está fuertemente involucrada con la motivación comportamental, y el cual contiene el circuito de recompensa. Así, los autores del estudio creen que, al desregular estos receptores, el cerebro intenta “apagar” sus ansias de alcohol con el objetivo de evitar las recaídas.
De acuerdo a Gil Leurquin-Sterk, investigador líder, “estos hallazgos justifican fuertemente el desarrollo de terapias enfocadas al mGluR5 que curan o protegen en contra de la circuitería disfuncional del cerebro que caracteriza la adicción al alcohol”. En otras palabras, al desarrollar nuevas drogas que actúen ante los receptores mGluR5, podría ser posible ayudar en el proceso de recuperación de los alcohólicos a mantener sus ansias o deseos de alcohol al límite”.
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