Los antidepresivos no funcionan para los niños ni para los adolescentes
Un meta-análisis de estudios acerca de los efectos de los antidepresivos en los niños y adolescentes no ha encontrado casi beneficios en relación a los placebos. Un pequeño beneficio se encontró para la fluoxetina, comercializado como Prozac, pero este era suficientemente limitado como para estar abierto a cuestionamientos. Los hallazgos vienen a formar parte de una investigación reciente que muestra que estas drogas están asociadas con un doble riesgo de suicidio y agresión en los mismos grupos de edades.
La Dra. Andrea Cipriani de la Universidad de Oxford echó un vistazo a estudios sobre los efectos de antidepresivos en niños y adolescentes que habían sido diagnosticados con un trastorno depresivo mayor. En The Lancet, la Dra. Cipriani y sus coautores escribieron: “Pruebas reclutando participantes con depresión resistente al tratamiento, con duración de menos de cuatro semanas, o un tamaño de muestra de menos de diez pacientes fueron excluidos”. Esto dejó 34 pruebas de 14 drogas en un total de 5.260 participantes.
Después de tomar la calidad de la evidencia presentada, los autores reportaron: “Solo la fluoxetina fue estadísticamente más efectiva que el placebo”. Concluyeron: “Al considerar el perfil riesgo-beneficio de los antidepresivos en el tratamiento agudo de trastornos depresivos mayores, estas drogas no parecen ofrecer una clara ventaja para los niños ni para los adolescentes”.
Se encontraron diferencias sustanciales entre las drogas, pero mayormente en la forma de su detrimento. La imipramina, la venlafaxina, y la duloxetina mostraron suficientes efectos colaterales para ser frecuentemente descontinuadas, mientras que la venlafaxina tuvo una asociación perturbadoramente fuerte con pensamientos suicidas. Algunas de las otras drogas carecieron de datos suficientes en este punto para realizar conclusiones. Considerando que 22 de las pruebas fueron costeadas por compañías farmacéuticas, evaluaciones independientes pudieron haber sido peores.
Los hallazgos pueden ser impactantes para los adolescentes y sus familias. Sin embargo, por muchos años un cuerpo en crecimiento de investigadores médicos y terapistas han estado alarmando acerca de la prescripción extendida de inhibidores selectivos de la recaptación de seretonina a personas cuyos cerebros no se han desarrollado completamente.
Estas drogas son caras de comercializar, pero tan baratas de producir una vez aprobadas las compañías farmacéuticas tendrán un gran incentivo para expandir su mercado tanto como sea posible. Esto puede causar que se hagan prescripciones a personas que no ayudaran.
“Sin acceso a información de nivel individual es difícil conseguir estimaciones de efectos y no podemos estar completamente seguros de la precisión de la información contenida en pruebas publicadas y no publicadas”, dijo Cipriani. “Se ha afirmado abiertamente que se necesita una transformación de la cultura científica existente a una donde el compartimiento de datos responsables sea la norma”.
Jon Jureidini, profesor de la Universidad de Adelaide, dice que parte del problema es que la depresión es una “descripción que se enmascara como una explicación”, y que muchas personas que muestran síntomas depresivos están en la necesidad de cambiar sus “circunstancias psicológicas” en lugar de una píldora, pero esto es más difícil para los doctores de lograr.
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