Hoy se celebra el Día de la Educación Financiera, un evento clave para promover la importancia de la educación financiera en la sociedad, este año bajo el lema: «Finanzas digitales: Aprende, Innova, Avanza». Este día tiene como objetivo fomentar el conocimiento de las finanzas, especialmente en un entorno digital donde cada vez es más fácil acceder a productos financieros complejos. Por ello, es imprescindible conocer los términos financieros más habituales que se dan en el día a día. Aunque solo sea para manejar las finanzas familiares…
Y es que según el Banco de España, la cultura financiera es un conjunto de conocimientos, habilidades y actitudes que permiten a las personas tomar decisiones financieras informadas a lo largo de su vida. Sin embargo, un estudio reciente del mismo organismo revela que 8 de cada 10 españoles no comprenden conceptos básicos como la inflación o la diferencia entre el tipo de interés nominal (TIN) y la Tasa Anual Equivalente (TAE). Este desconocimiento pone en riesgo la capacidad de las personas para tomar decisiones financieras adecuadas, lo que puede derivar en una mala gestión de sus recursos, deudas excesivas o inversiones poco rentables.
En este contexto, la entidad financiera Oney, especializada en soluciones de pago y servicios financieros, refuerza su compromiso con la educación financiera, brindando a los consumidores las herramientas necesarias para comprender mejor el funcionamiento del sistema financiero y, de esta forma, tomar decisiones más informadas y responsables.
Tabla de Contenidos
10 términos financieros esenciales para el día a día
Para ello, los expertos de Oney han desarrollado un glosario de términos financieros esenciales, que son fundamentales para entender y gestionar mejor las finanzas personales. A continuación, se presentan los 10 conceptos más importantes explicados en detalle:
1. Interés compuesto
El interés compuesto es el interés que se añade al capital inicial de una inversión o deuda, generando a su vez nuevos intereses sobre esa cantidad acumulada. A diferencia del interés simple, que solo se calcula sobre el capital inicial, el interés compuesto permite que los intereses generen más intereses. Esto es fundamental para entender cómo crecen las inversiones a largo plazo y también cómo se acumula la deuda si no se paga puntualmente. Por ejemplo, si inviertes 1.000 euros a una tasa del 5% anual, al final del primer año tendrás 1.050 euros. El segundo año, el interés no se calculará solo sobre los 1.000 iniciales, sino sobre 1.050, lo que acelerará el crecimiento de tus ahorros o inversiones.
2. Inflación: uno de los términos financieros más nombrados en los últimos años
La inflación es el aumento generalizado y sostenido de los precios de bienes y servicios en una economía durante un período de tiempo. Esto significa que, con el tiempo, el poder adquisitivo del dinero disminuye, ya que con la misma cantidad de dinero se pueden comprar menos bienes o servicios. La inflación afecta a todos los aspectos de la economía, desde el costo de vida hasta las decisiones de inversión. Por ejemplo, si la tasa de inflación anual es del 3%, el valor de 100 euros hoy será equivalente a solo 97 euros dentro de un año en términos de poder adquisitivo. Comprender la inflación es crucial para planificar el futuro financiero y asegurarse de que los ahorros crezcan al menos al ritmo de la inflación.
3. Diversificación
La diversificación es una estrategia de inversión que consiste en distribuir el capital entre diferentes tipos de activos (acciones, bonos, bienes raíces, etc.) para reducir el riesgo. La idea detrás de la diversificación es que, al tener una variedad de inversiones, las pérdidas en un área pueden compensarse con las ganancias en otra. Es una forma de gestionar el riesgo, ya que rara vez todos los activos reaccionan de la misma manera a los cambios en el mercado. Por ejemplo, si tienes una cartera de inversiones que incluye tanto acciones como bonos, en un periodo de recesión económica, mientras que las acciones podrían bajar de valor, los bonos, que suelen ser más estables, podrían mantener o incluso aumentar su valor, reduciendo el impacto total en tu inversión.
4. Liquidez
La liquidez se refiere a la facilidad con la que un activo puede convertirse en dinero en efectivo sin perder su valor. Los activos más líquidos, como el dinero en efectivo o los depósitos bancarios, se pueden utilizar inmediatamente. Por otro lado, los activos menos líquidos, como bienes raíces o inversiones a largo plazo, pueden tardar más tiempo en venderse y a veces requieren hacerlo a un precio menor para obtener efectivo rápidamente. La liquidez es importante en la planificación financiera, ya que permite disponer de recursos en caso de emergencia. Tener ahorros en activos líquidos garantiza que puedas enfrentar gastos inesperados sin necesidad de vender inversiones a largo plazo.
5. Tasa de interés
La tasa de interés es el porcentaje que una entidad financiera cobra por prestar dinero o el porcentaje que una institución paga a los ahorradores por depositar dinero. En el caso de los préstamos, representa el coste que el prestatario debe pagar por utilizar el dinero de otra persona. En el caso de los ahorros o inversiones, es el retorno que recibes por dejar tu dinero en una cuenta de ahorro o inversión. Las tasas de interés pueden ser fijas o variables, y afectan directamente el costo de los créditos y la rentabilidad de las inversiones. Una tasa de interés alta en un préstamo puede incrementar significativamente el monto total a devolver.
6. Rentabilidad
La rentabilidad mide el beneficio obtenido por una inversión en relación con la cantidad invertida, y suele expresarse como un porcentaje. Por ejemplo, si inviertes 1.000 euros y obtienes 100 euros de ganancia en un año, tu rentabilidad sería del 10%. Este concepto es clave para los inversores, ya que les permite evaluar si sus inversiones están siendo rentables o no. La rentabilidad puede variar según el tipo de inversión, el riesgo asociado y las condiciones del mercado. En términos generales, las inversiones con mayor rentabilidad potencial suelen tener un mayor nivel de riesgo, mientras que las inversiones más seguras ofrecen menores retornos.
7. Plazo fijo
El plazo fijo es un tipo de depósito bancario en el que se invierte una cantidad de dinero durante un período determinado a cambio de una tasa de interés fija. A lo largo de ese tiempo, el dinero no puede retirarse sin penalización. Este tipo de inversión es popular entre los ahorradores que buscan estabilidad y retorno garantizado, ya que al finalizar el plazo se devuelve el capital inicial junto con los intereses generados. Es una opción segura y predecible, ideal para quienes no desean asumir grandes riesgos. Sin embargo, su rentabilidad suele ser inferior a la de otras inversiones de mayor riesgo.
8. BNPL (Buy Now, Pay Later)
El sistema BNPL (Compra ahora, paga después) permite a los consumidores adquirir productos o servicios de inmediato y pagarlos en cuotas diferidas, generalmente sin intereses si el pago se realiza dentro de un plazo determinado. Este tipo de financiación ha ganado popularidad en el comercio electrónico, ya que permite a los consumidores hacer compras sin necesidad de disponer de todo el dinero en el momento de la compra. No obstante, si no se cumplen los plazos de pago, pueden aplicarse intereses o cargos adicionales. Es importante utilizar este tipo de financiación de manera responsable para evitar acumular deudas. Sin duda, uno de los términos financieros clave que ahora se está aplicando en la banca digital y plataformas de ecommerce.
9. Interés nominal (TIN)
El interés nominal (TIN) es la tasa de interés establecida por una entidad financiera para un préstamo o inversión, sin tener en cuenta otros factores como comisiones, gastos o la inflación. Este es el porcentaje que se aplica al monto principal del préstamo o inversión y es una referencia básica para comparar productos financieros. Sin embargo, el TIN no refleja el coste total de un préstamo, por lo que es importante complementarlo con otros indicadores, como la TAE, para evaluar correctamente el coste o rendimiento de un producto financiero.
10. TAE (Tasa Anual Equivalente)
La Tasa Anual Equivalente (TAE) es una medida que permite conocer el coste real de un préstamo o el rendimiento de una inversión, ya que incluye no solo el interés nominal (TIN), sino también las comisiones, los gastos adicionales y el tiempo en que se devengan los intereses. La TAE es un indicador más preciso para comparar distintos productos financieros, ya que ofrece una visión global del coste o rendimiento a lo largo de un año. Por ejemplo, si una entidad ofrece un préstamo con un TIN del 3%, pero la TAE es del 5%, significa que los costes adicionales incrementan el coste real del préstamo.
Deja una respuesta