Si bien los vampiros sexys y con estilo de solemos ver en la televisión han hecho que el mundo sepa de su presencia, en la vida real, las personas que regularmente disfrutan tomar sangre prefieren ocultarse bajo las sombras de la oscuridad. A pesar de su paladar particular, sin embargo, el vampiro moderno tiene menos en común con Drácula, y podría ser el chico o la chica de la casa del lado.
Una enfermedad misteriosa
La pubertad es difícil para todos, ¿o no lo fue para ti? La madre naturaleza no deja exento a ningún adolescente. Sin embargo, una pequeña cantidad de la población general, la pubertad viene con un giro adicional: una sed de sangre.
Como muchas de las sorpresas de la pubertad, esta necesidad es incontrolable y confusa, el Dr. John Edgar Browning, investigador en el Instituto de Tecnología de Georgia quien investigó a la verdadera comunidad de vampiros en un estudio del 2015, explicó que en la mayoría de los vampiros verdaderos, va más allá de lo supernatural.
“Sus miembros son personas que desarrollaron, usualmente durante la pubertad, un tipo de deficiencia de energía, y luego encontraron que si consumen sangre se sienten mejor,” dijo Browning.
Browning explicó que muchos de los vampiros modernos no se identifican con la cultura gótica. En vez, ellos creen que tienen una enfermedad misteriosa que requiere que ellos tomen sangre. Sin esto, ellos se sienten débiles y lisiados, experimentando dolores de cabeza y calambres en el estómago.
Hasta la fecha, no existe prueba médica o explicación del vampirismo, aunque los científicos han estado fascinados con práctica por siglos. El síndrome de Renfield es el término usado para definir a aquellos con vampirismo clínico, una compulsión a consumir sangre. De acuerdo a una publicación del 2011 , aquellos con el síndrome de Renfield a menudo tienen experiencias en la infancia que los causa asociar la sangre con la emoción. Durante la pubertad, pueden asociar esta emoción con la excitación sexual. Sin embargo, el síndrome de Renfield es considerado una enfermedad psiquiátrica, no médica.
En el pasado, los doctores teorizaron que el vampirismo puede estar relacionado con la tuberculosis. En el 2012, el investigador Nick Lane teorizó que la porfiria, una rara condición que también causa intensa sensibilidad a la luz del sol, pudo haber inspirado los cuentos de las criaturas sedientas de sangre.
Aun, a pesar de la falta de una explicación empírica, los síntomas son suficientemente reales para los que lo sufren.
CJ!, otra vampira real, dijo a BBC que ella sufre de intestino irritable que solo puede ser curable con el “consumo de una cantidad considerable, entre siete copas de shot o incluso una copa” de sangre.
Es más, Browning dijo que un vampiro que el entrevistó incluso requirió hospitalización después de un tiempo prolongado sin tomar su “medicina”. Fue después que su esposo la visitó en el hospital y le dio un poco de su sangre.
La mayoría de los vampiros reales consiguen la sangre de donantes voluntarios de una forma ética – cualquier desviación de esto podría resultar en la expulsión de la comunidad de vampiros, explicó Browning.
El Dr. DJ Williams, profesor de la Universidad del Estado de Idaho, dijo que los vampiros consideran su condición muy real, independientemente de lo que la sociedad pueda pensar de ellos.
“Desde mi experiencia, muchos vampiros creen que existe como una explicación genética o médica que no ha sido descubierta,” dijo Williams. “’Los vampiros reales’ creen que ellos no escogen su condición. En otras palabras, ellos reportan que ellos tienen la necesidad de extra energía, el cual define su identidad vampírica.”
¿Hábito inofensivo o preocupación médica?
Si bien tomar sangre puede parecer un hábito perverso pero inofensivo, la práctica conlleva a varios riesgos médicos. Primero que todo, se supone que los humanos no deben tomar sangre. La sangre puede ser tóxica si se consume en grandes cantidades.
La sangre es rica en hierro, es por esto que tiene un sabor como metálico. Aunque el hierro es un nutriente esencial para nuestra salud, no somos capaces de deshacernos del exceso de hierro. Esto puede causar una condición llamada hemocromatosis, el cual causa esencialmente un número de condiciones como daño hepático, depresión, deshidratación, fluido en los pulmones, e incluso la muerte.
No solo es la sangre peligrosa por sí misma, sino los patógenos que transporta pueden ser perjudiciales para los vampiros de la vida real. El HIV puede ser la enfermedad más comúnmente asociada con la transmisión sanguínea. De acuerdo al Instituto Nacional de la Salud, la sangre también puede transportar Hepatitis B y C.
Sin embargo, parece que los vampiros modernos entienden estos riesgos y han tomado precauciones para proteger su salud. Primeramente, un examen de sangre previo de los donantes, además consumen muy poca sangre para que no sea perjudicial.
“Yo, personalmente, no he conocido a un vampiro de Nueva Orleans que se haya causado daño a si mismo tomando mucha sangre, ni tampoco he escuchado que le haya pasado a alguno en la comunidad.”
Para este estudio, Williams entrevistó a muchos vampiros reales y encontró que muchos estaban incomodos compartiendo sus hábitos de consumo de sangre con sus doctores debido al miedo a ser ridiculizados y posiblemente diagnosticados con enfermedad mental.
“Creo que es muy importante que los doctores y clínicos estén abiertos a las diversas creencias de su clientes (incluyendo identidades personales), experiencias significantes, y estilos de vida,” afirma Williams. “Mientras más abiertos sea, mas podrán ayudar a sus clientes”.
Fuentes:
http://www.mundoesotericoparanormal.com/cientifico-demuestra-vampiros-existen/
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