Científicos encuentran que las variaciones genéticas podrían influenciar
Todos tenemos un amigo como este – uno que siempre está sonriendo y riendo, el eterno optimista. Este amigo parece estar más feliz que el resto de nosotros. Ahora, en un estudio reciente, los científicos han identificado que la felicidad puede estar en los genes. Específicamente, su estudio encontró que la felicidad puede estar influenciada por los cambios en el ADN que hacen de cada uno de nosotros únicos.
“Este estudio es un acontecimiento y un nuevo comienzo: un acontecimiento porque ahora sabemos que existe un aspecto genético en la felicidad, y un nuevo comienzo porque las tres variantes que conocemos están involucradas para solo una pequeña fracción de las diferencias entre los seres humanos,” dijo Meike Bartels, profesor de genética.
Bartels, junto con un grupo de cerca de 200 científicos en 17 países, examinaron variaciones en el ADN en más de 300.000 individuos diferentes para analizar los fenotipos – rasgos observables que resultan de las interacciones entre los genes y el entorno. Su estudio exploró el bienestar subjetivo (cuan feliz una persona cree o se siente en su vida), síntomas depresivos, y la inestabilidad emocional (neuroticismo). El proyecto tuvo en cuenta problemas de salud mental, y también cinco factores de riesgo físico que podrían afectar el humor de una persona: el índice de masa corporal, fumar, enfermedad de la arteria coronaria, niveles de glucosa en ayuno y los niveles de triglicéridos.
Los hallazgos revelaron que el bienestar subjetivo, y el neuroticismo y la depresión están predominantemente influenciados por el mismo conjunto de genes. Tres variantes genéticas están asociadas a la felicidad, el cual es principalmente expresado en el sistema nervioso central, glándulas adrenales, y el sistema pancreático. Solo dos variantes genéticas pueden explicar la depresión, y 11 están asociadas con el neuroticismo. Las variaciones genéticas identificadas solo contaron para un pequeño porcentaje de estas asociaciones genéticas.
Los investigadores además notaron que los genes expresados en tejidos que juegan un papel importante en la producción de hormonas, también estaban afectando los rasgos asociados con el bienestar. Esto sin considerar los genes que son expresados en el sistema nervioso central.
“Las hormonas claramente tienen una influencia importante en la regulación del humor y del estrés,” dijo la profesora Elina Hypponen.
[no_toc]Los investigadores también observaron si las variantes genéticas que identificaron coinciden con las variantes genéticas asociadas con otras enfermedades y trastornos, incluyendo el Alzheimer, la ansiedad, el autismo, el trastorno de bipolaridad y la esquizofrenia. Se demostró que el vínculo más fuerte fue con la ansiedad, mientras que las variantes genéticas atadas al bienestar subjetivo, la depresión, y el neuroticismo coincidió moderadamente con las variantes vinculadas a la esquizofrenia y la bipolaridad.
Entonces, ¿Qué es exactamente lo que maneja la bipolaridad?
“La genética solo es un factor que influye en estos rasgos psicológicos. El entorno es al menos igual de importante, y este interactúa con los efectos genéticos,” dijo Daniel Benjamin, autor correspondiente.
Esto sugiere que el bienestar psicológico está influenciado tanto por los genes como el entorno. Los investigadores esperan que al localizar estas variantes les permitirá estudiar mejor la interacción entre lo innato y lo adquirido, mientras que el entorno es el responsable para las diferencias en la manera en que las personas experimentan la felicidad – a un cierto grado.
Estudios previos sugieren que los genes constituyen cerca de la mitad de la felicidad de la gente, o si son sociables, activos, estables, o conscientes.
Además existe una plétora de evidencia de la influencia de los genes en la felicidad, pero es importante recordar que hay muchos genes involucrados, y miles de variantes de ADN para rasgos complejos. Entonces, no existe un gen para la felicidad, pero si existen muchos genes y estos interactúan con nuestras experiencias con el entorno, el cual, por último, es lo que influye en nuestros niveles de felicidad.
Aun podemos cambiar nuestro panorama – incluso si estamos predispuestos a ser infelices.
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