La ciencia debe trabajar en pro de la sostenibilidad

Probablemente hoy veremos muchas noticias que giran en torno al mundo de la ciencia y los avances que se están produciendo en muchos campos y empresas. Incluso la ciencia puede incrementar tu nivel de felicidad. Y es que hoy es el Día Mundial de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo.

Desde que irrumpiera el Covid-19 en el mundo, gran parte de la ciencia se ha volcado del desarrollo de vacunas, fármacos y tratamientos alrededor de la enfermedad, pero el gran problema que tiene hoy el planeta tiene nombre y apellido y esos son el Cambio Climático.

Ciencia para el desarrollo sostenible

De manera que este año 2021 el día de la Ciencia está dedicado a sensibilizar a las comunidades para aplicar los conocimientos científicos al desarrollo sostenible porque el cambio climático es la verdadera crisis a la que se enfrente el mundo en la actualidad y en un futuro proyectado a varias décadas. De ahí que la mayoría de los objetivos estén trazados para el año 2050, momento en el que las instituciones públicas y privadas aspiran a convertirse en neutras en emisiones.

Parece que es Día de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo esté exclusivamente reservado a los actores científicos, pero además de ellos, la sociedad en su conjunto está llamada a atender las consignas de los especialistas para cuidar la Tierra de la mejor manera porque su salud está dañada por el fenómeno climático. Naciones Unidas y la UNESCO llaman encarecidamente a la acción en estos tiempos para “Construir comunidades preparadas para el cambio climático”. Ese es el lema de este año para este día.

¿Desde cuándo se celebra el Día de la Ciencia para la Paz y el Desarrollo?

Mirando los antecedentes, la historia de esta jornada es relativamente corta en comparación con otras puesto que este evento anual que ampara Naciones Unidas se celebra en todo el punto a partir del año 2002, conmemorando el compromiso adquirido en la Conferencia Mundial sobre la Ciencia (Budapest, 1999).

Desde la proclamación de este día, el mundo ha visto cómo nacían numerosos proyectos, programa y fondos económicos reservados a este importante campo para los países. También se ha podido palpar una mayor concienciación de las ciudadanos sobre la importancia de la ciencia en nuestras vidas.

No obstante, todo está muy relacionado con la paz y la concordia, ya que tras este día llega la Semana Internacional de la Ciencia y la Paz, en la cual se darán a conocer muchas iniciativas y eventos público-privados para relacionar estos dos transcendentales campos de actuación.

¿Qué momento atraviesa la ciencia en el mundo?

Ahora bien, ¿qué se puede decir a niveles macro de la ciencia en los países? La UNESCO tiene parte de esa respuesta tras el último informe que lleva por título: La carrera contra el reloj para un desarrollo más inteligente. Publicado durante este año 2021, estos son los grandes hallazgos que destacan en el informe:

• En los últimos cinco años las prioridades sobre el desarrollo sostenible se han armonizado y los países de todos los niveles de renta han puesto por delante en sus estrategias la transición hacia unas sociedades digitales y ecológicas.
• Han aumentado los planes y el diseño de nuevas herramientas políticas para impulsar y facilitar la transferencia de tecnología a la industria.
• A pesar de estos avances, el 80% de los países siguen destinando cifras pobres a la investigación y la ciencia: menos del 1% de su PIB. Además, la mayoría de los países son receptores y no desarrolladores de tecnología y conocimientos científicos.
• Aunque los países invierten más en tecnología ecológica, la ciencia de la sostenibilidad sigue siendo marginal a nivel mundial.
• La pandemia ha traído efectos positivos porque desde 2020 se ha acelerado la producción de conocimientos sobre ciencia.
• La evolución del panorama geopolítico y la pandemia han suscitado entre los líderes de la innovación un debate sobre la manera de salvaguardar los intereses estratégicos en materia de comercio y tecnología.

Publicaciones científicas y ODS: una relación débil

Con este paulatino cambio de estrategias, los expertos se preguntan si realmente el mundo está utilizando la ciencia para un desarrollo más inteligente y relacionado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible.

Lo que viene a decir el informe es que los progresos sobre los avances y las publicaciones científicas orientadas hacia la consecución de los ODS es más bien insuficiente, por el momento. Especialmente si se tienen en cuenta los tres ODS relacionados con el medio ambiente: la acción por el clima (ODS13), la vida submarina (ODS14) y la vida de los ecosistemas terrestres (ODS15).

Son nada menos que 56 los temas analizados por la UNESCO y a este respecto ha llegado a la conclusión de que los trabajos de investigación sobre la sostenibilidad no son generalizados a nivel global. La organización pone el ejemplo de cultivos adaptados y clima, un tema que solo está representado en un 0,02% de la producción científica entre los años 2011 y 2019.

A nivel de producción y publicaciones en países, las conclusiones son más positivas, en tanto que de los 193 países analizados, casi un tercio (59) duplicaron entre 2011 y 2019 su producción científica sobre la optimización de la eficiencia de las baterías. Del mismo modo, se incrementó en la misma proporción la producción sobre las redes inteligentes y los medios de transporte sostenibles como los coches híbridos y eléctricos.   

Llama la atención que solamente el 2,4% de las publicaciones científicas entre 2016 y 2019 cuenten con temas de energía asequible y no contaminante (ODS7): Son pocos los trabajos que figuraban la tecnología para combustibles fósiles más limpios y la electricidad eólica y solar, si bien el número de ellas ha aumentado con respecto a años anteriores. No obstante, hay lecturas positivas en todo ello porque el porcentaje de publicaciones científicas sobre la energía fotovoltaica de los países de bajos ingresos se ha disparado desde 2011, pasando de un 7,6% a un 21,6%. Es solo un ejemplo concreto, pero es positivo.