Más de seis de cada diez españoles utilizan gafas de ver, según datos de General Optica, lo que convierte a este accesorio en algo más que una herramienta de estilo: son una necesidad diaria para millones de personas. Detrás de una buena elección no solo hay moda, comodidad o marca, sino una inversión directa en salud y calidad de vida. Y si bien elegir una montura adecuada es importante, la clave está en los cristales: esos discretos compañeros que lo ven todo.
Usar lentes inadecuadas puede provocar fatiga visual, dolores de cabeza o incluso empeorar los errores refractivos. Por eso, General Optica recuerda que hay que dejarse asesorar por profesionales ópticos para escoger los cristales más apropiados según el tipo de visión, estilo de vida y preferencias personales. No todas las lentes son iguales. Existen distintos tipos según su forma, el foco o el material con el que están fabricadas. Y cada una cumple una función.
Tabla de Contenidos
Dos tipos de gafas de ver
Las lentes ópticas se clasifican en dos grandes grupos según cómo curvan la luz:
- Lentes convergentes (positivas): más gruesas en el centro, ayudan a enfocar mejor de cerca. Se usan en casos de hipermetropía, presbicia o algunos tipos de astigmatismo.
- Lentes divergentes (negativas): más finas en el centro, corrigen la miopía y también ciertos tipos de astigmatismo.
La forma de la lente no solo determina la corrección visual, también influye en la estética y la comodidad de uso. Unos cristales bien adaptados a la montura y a las características del usuario marcan la diferencia entre una visión normal y una experiencia visual excelente.

6 tipos de cristales en las gafas de ver
No todas las personas necesitan ver igual de bien a todas las distancias. Según el tipo de corrección que se requiera, existen hasta seis tipos de cristales:
- Cristales monofocales
Corrigen un único tipo de visión (de lejos o de cerca). Ideales para quienes solo tienen miopía o presbicia. - Cristales bifocales
Combinan visión de lejos y de cerca. La línea visible que separa las zonas puede ser molesta para algunos usuarios. - Cristales trifocales
Añaden visión intermedia, por ejemplo, para quienes trabajan con pantallas. Su diseño, sin embargo, no es tan estético ni cómodo como otras alternativas. - Cristales progresivos
Los más versátiles. Sin líneas visibles, permiten una transición suave entre distancias. Son la opción preferida para personas con presbicia que buscan funcionalidad y estética en una sola lente. - Cristales “relax”
Para personas jóvenes que no necesitan graduación completa, pero sí alivio visual tras horas de uso de pantallas. Ideales para estudiantes y trabajadores digitales. - Cristales fotocromáticos
Se oscurecen automáticamente con la luz del sol. Son útiles para quienes no quieren cambiar constantemente entre gafas graduadas y gafas de sol.
El material: ligereza, resistencia y nitidez
El material de fabricación también es decisivo para que unas gafas cumplan bien su función. Hay cinco opciones principales:
- Cristales minerales (vidrio): ofrecen gran nitidez y son muy resistentes al rayado, pero más frágiles ante golpes y más pesados. Se usan sobre todo en graduaciones muy altas.
- Cristales orgánicos (plástico): los más comunes. Ligeros, resistentes y compatibles con una gran variedad de tratamientos. Son una excelente opción para la mayoría de usuarios.
- Cristales de policarbonato: ultrarresistentes a impactos, recomendados para gafas deportivas, infantiles o de seguridad. Su calidad óptica es buena, pero inferior si no se acompaña de un tratamiento antirreflejante.
- Cristales Trivex: una opción premium que combina ligereza, resistencia y excelente calidad óptica. Ideales para usuarios exigentes, deportistas o niños.
- Cristales fotocromáticos: además de corregir la visión, protegen de la luz solar. Se activan solo con luz UV, no con la luz artificial, y son especialmente útiles en exteriores.
Más allá de la estética: otras claves para elegir bien las gafas de ver
A menudo, la elección de unas gafas de ver se reduce a una cuestión de estilo. Pero los expertos de General Optica insisten en mirar más allá: los cristales no son un complemento, son un elemento esencial para la salud ocular. Usar lentes mal adaptadas, de baja calidad o sin los tratamientos adecuados puede tener consecuencias directas en la visión y el bienestar.
Además, tratamientos como el antirreflejante, el filtro de luz azul o los recubrimientos resistentes a arañazos mejoran notablemente la experiencia de uso. No todas las gafas sirven para lo mismo, y no todas las personas ven igual. Por eso es esencial contar con un profesional que analice cada caso y recomiende la combinación más adecuada de lente, forma, material y tratamiento.
Una inversión en calidad de vida
Las gafas son una inversión en el día a día. Permiten estudiar, trabajar, conducir, leer o simplemente disfrutar de una puesta de sol sin esfuerzo ni molestias. Elegir bien los cristales no solo mejora la visión, sino que puede evitar problemas oculares a largo plazo.
Con el avance de la tecnología, hoy más que nunca es posible personalizar las gafas al milímetro. Desde unas lentes progresivas ultraligeras hasta cristales deportivos irrompibles, la gama es tan amplia como las necesidades de los usuarios. Y es que, cuando se trata de ver bien, cada detalle cuenta.