La guía máxima de la glucosa: significado, niveles y características
Tabla de Contenidos
¿Qué es la glucosa?
«La glucosa es un azúcar simple que proporciona al cuerpo la principal fuente de energía. Este tipo de azúcar proviene de la digestión de comida rica en carbohidratos, que pueden ser convertidos de forma fácil en energía. Cuando los niveles de glucosa del torrente sanguíneo no están regulados adecuadamente, una persona puede desarrollar una condición seria, como diabetes.»
Carbohidratos son glucosa
Las personas consiguen su mayor fuente de glucosa por parte de la digestión de azúcar y almidón, encontrados en los carbohidratos. Comidas como el arroz, la pasta, el maíz, las patatas y los dulces procesados contienen carbohidratos que pueden ser convertidos en glucosa.
El sistema digestivo del cuerpo, a través de la utilización de la bilis y de enzimas, descomponen el almidón y el azúcar de estos alimentos, en glucosa. Esta forma funcional de energía es, posteriormente, absorbida por el intestino delgado y de ahí pasa al torrente sanguíneo.
Una vez en el torrente sanguíneo, es transportada a todas las partes del cuerpo, proporcionando la energía que necesaria para realizar todo tipo de actividades, desde movimiento simples, hasta ejercicios que demanden un gran esfuerzo tanto físico como mental.
Niveles de glucosa
Las comidas pueden ser clasificadas según su nivel de glucosa, lo que indica con qué rapidez el cuerpo puede llegar a descomponer esos alimentos, y el tiempo que tarda la glucosa en ser liberada al torrente sanguíneo.
La fruta, los vegetales y las nueces son alimentos con bajo nivel de glucosa
El pan blanco y la mayoría de cereales del desayuno cuentan con un elevado índice glucémico, lo que significa que los carbohidratos se descomponen y los niveles de azúcar en sangre se elevan de forma más rápida. Por su parte, las frutas, vegetales y nueces cuentan con niveles bajos, mientras que los productos integrales y algunos tipos de patatas cuentan con niveles glucémicos intermedios.
Niveles normales de glucosa
La glucosa es una fuente vital de energía, que interactúa con el sistema endocrino y el digestivo del cuerpo, de esta forma mantiene los niveles – también conocidos como niveles de azúcar en sangre – en un rango normal dentro del torrente sanguíneo, siendo extremadamente importante para la salud de la persona.
El cuerpo mantiene un nivel normal de azucar en sangre de forma natural, a no ser que exista un aumento o deficiencia notable, que perdure a lo largo del tiempo
El cuerpo humano se ha adaptado a mantener su nivel ideal, almacenando glucosa extra en el hígado y en los músculos como glucógeno, así que puede ser reabsorbido por el torrente sanguíneo cuando los niveles de azúcar en sangre disminuyen. La insulina, una hormona que es liberada por el páncreas, se encarga de regular estos niveles de azúcar normales.
Niveles excesivamente altos de azúcar en sangre, una condición conocida como hiperglucemia, podrían ser causados por un exceso de azúcar o por poca insulina en la sangre. En una persona con diabetes Tipo 1, por ejemplo, el páncreas no produce insulina, así que debe recibir de forma regular inyecciones de esta substancia. Por el contrario, los niveles excesivamente bajos de azúcar en sangre podrían ser resultado de comer muy poco o tener un demasiada insulina en el torrente sanguíneo.
Fluctuación de los niveles de glucosa
Después de cada comida nuestros niveles de glucosa en sangre aumentan y, posteriormente después de una hora, bajan. Estos se encuentran en su nivel más bajo antes de nuestra primera comida del día, lo que se supone que es para la mayoría de personas, el desayuno.
Qué es la hiperglucemia
Se conoce como hiperglucemia a los niveles de azúcar en sangre con concentraciones más altas de lo normal y de forma persistente.
Descripcion grafica de algunos sintomas que se pueden tener con la hiperglucemia. Fuente
Las personas con poco control en la diabetes, el síndrome de Cushing y otras enfermedades, suelen sufrir frecuentemente de hiperglucemia. Normalmente sucede cuando no hay suficiente insulina en el cuerpo, o este no responde de forma adecuada a la insulina. Sin la insulina, la glucosa no puede entrar en las células, por lo que se acumula en el torrente sanguíneo.
Los signos y síntomas de la hiperglucemia son:
Sequedad en la boca
Micción frecuente
Aumento de la sed
Supresión inicial del apetito
Dependiendo de la severidad, también hay fatiga, visión borrosa, aturdimiento, dolor de cabeza y debilidad.
Mucho tiempo con hiperglucemia puede conducir, eventualmente, a complicaciones que afecten a los vasos sanguíneos pequeños que abastecen a los nervios, riñones, retina y otros órganos. Existe riesgo de quedarse ciego, desarrollar enfermedad renal, disfunción eréctil, úlceras de pie y otras enfermedades y condiciones. Midiendo los niveles de glucosa en sangre puede estimarse el riesgo de una persona, de aquí a 10 años, de padecer retinopatía.
De igual forma, según los investigadores del Hospital Universitario de Copenhaguen, un aumento de glucosa en sangre genera mayor riesgo de enfermedades del corazón.
Qué es la hipoglucemia
La hipoglucemia es el tener concentraciones en sangre más bajas de lo normal. La mayoría de personas con hipoglucemia pueden decir los síntomas asociados con esta condición. Algunos de los signos y síntomas que se producen al comienzo son:
Hormigueo en los labios
Las manos y otras partes del cuerpo comienzan a temblar
La cara se pone pálida
Sudoración
Corazón palpitante (palpitaciones)
Ansiedad
Tasa cardíaca acelerada
Descripcion de que puede producir la hipoglucemia en el cerebro
El cerebro humano es un consumidor voraz de glucosa, que ni la fabrica ni la almacena – depende completamente de la glucosa que proviene del torrente sanguíneo.
Algunos de los síntomas asociados a hipoglucemia severa son:
Confusión y desorientación
Dificultad de concentración
Una mentalidad paranoide o agresiva
Menos comunes – temblores, pérdida de conciencia
En los casos más severos existe riesgo de muerte, casi exclusivamente a lo largo de los pacientes con diabetes.
La hipoglucemia puede tener causas diferentes como la diabetes, algunas medicaciones como las del tratamiento de la malaria, el consumo excesivo de alcohol, algunas enfermedades como la hepatitis severa o la anorexia, la producción excesiva de insulina o desórdenes del sistema endocrino.
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