El agua es el principal sustento del Planeta Tierra y de los seres vivos que forman parte de ella. De ahí la importancia de conocer el ciclo del agua, así como sus diferentes cambios de estado.
El ciclo hidrológico o ciclo del agua es el movimiento continúa de este liquido que pasa por diferentes estados para renovarse. Es un proceso que lleva produciéndose durante millones de años, desde el principio de la existencia, y sin él, simplemente la Tierra no tendría vida.
El ciclo del agua depende en primer lugar de la energía que proporciona el sol, calentando el agua de los océanos para posteriormente evaporarse con el aire y trasladarse a las zonas superiores de la atmósfera, donde a menor temperatura forma las nubes. Cuando las partículas de las nubes colisionan, caen en forma de precipitación, lo que conocemos como lluvia. Parte esas precipitaciones pueden caer en forma de nieve, formando capas de hielo y glaciares.
De manera muy resumida, acabamos de explicar rápidamente el ciclo del agua, pero hay mucho que detallar, sobre todo en las procesos que se dan, donde a continuación ofrecemos una explicación más profunda.
Tabla de Contenidos
Los procesos en el ciclo del agua
Los diferentes estados por los que pasa el agua en este fenómeno natural se deben a varios procesos: evaporación, condensación, la precipitación, la infiltración y la transpiración. De este dos últimos no hemos hablado a en el esquema anterior. Pero vayamos por orden:
Evaporación
La evaporación pasa por la intervención del sol, el cual caliente el agua de ríos y océanos para transformar el agua de un estado líquido a gaseoso. El 90% de la humedad de La Tierra procede de mares, ríos y océanos, mientras que el 10% restante llega desde la transpiración de las plantas.
Para comprender este fenómeno procedente de la energía solar, vamos a acudir a un ejemplo cotidiano: cuando calentamos agua en nuestra cocina y lo hacemos a 100 grados centígrados, observaremos el vapor que sale del recipiente. Es un proceso mucho más rápido que el del ciclo del agua natural pero sirve para entender este proceso.
Convertida el agua en vapor, éste viaja hasta la atmósfera, donde se produce el siguiente proceso en el ciclo del agua.
Condensación
Ya en las capas altas de la atmósfera, el vapor se enfría y se forman millones de gotas que, juntas, crean las nubes. Por tanto, se deduce que en la atmósfera siempre hay agua almacenada.
Las nubes son perceptibles al ojo humano, no tanto las partículas de agua que contiene el aire limpio, que las hay.
A través de la condensación, el agua pasa de ser vapor a ser líquido. La precipitación de las nubes devuelve el agua liquida a La Tierra. Dicho lo anterior, no significa que en un cielo despejado no haya agua, sino partículas indetectables al ojo humano.
Precipitación
El volumen de agua condensada hace que se inicie el siguiente proceso en el ciclo del agua: la precipitación. Para entendernos, el agua cae sobre La Tierra en forma de lluvia, nieve o graniza según el clima de cada región. Cuando se trata de nieve o granizo, el agua cae de forma sólida desde las nubes, si bien la mayor parte de las precipitaciones son en forma de lluvia.
También cabe destacar que la mayor parte de la precipitación llega a los océanos. Cuando cae sobre la tierra, la gravedad hace que este agua fluya sobre las superficies.
Infiltración
Cuando la lluvia alcanza las superficies de la tierra, parte de ella se filtra a través del suelo, siendo el sustento de los depósitos subterráneos de agua. Esto sucede en cualquier parte del mundo. Sea agua o nieve, penetra por las rocas y atravesando capas naturales hasta llegar a las capas de mayor profundidad. Los acuíferos se recargan de agua y por esto entendemos que muchas industrias realicen socavones para la extracción de agua.
Transpiración
La última parada de este viaje del agua está precisamente en las plantas y acuíferos, que tras usar el agua la liberan posteriormente a la atmósfera a través del proceso de la transpiración. Esta fase se explica como la evaporación del agua desde las hojas de las plantas.
Lógicamente, hay plantas que transpiran más y otros que lo hacen en menor medida. Si uno piensa en las zonas desérticas mexicanas y los famosos cactus, caerá en la cuenta de que este tipo de plantas transpira muy poco el agua. No obstante, en este último proceso hay que tener en cuenta factores como la temperatura, la humedad relativa o el movimiento del aire.
Impacto humano en el ciclo integral del agua
Este proceso la naturaleza choca con la acción del hombre. En este artículo hay que introducir sí o sí este capítulo puesto que el impacto de las acciones del ser humano afectan al ciclo hidrológico.
Y es que la urbanización ha hecho aumentar la escorrentía superficial, creando suelos más impermeables que no permiten que el agua llegue a los acuíferos. Un freno en el ciclo del agua que supone un problema en casos de sequía e inundaciones. Es sabido que estos dos últimos fenómenos son críticos para el alimento de la población mundial, de modo que meterse con el ciclo del agua no es una buena idea por parte del hombre.
Todo esto pasa en un momento clave para el mundo, con el cambio climático en el centro de las miradas institucionales. En relación a ello, sobre el agua destacan desafíos que van desde el saneamiento, hasta la potabilización y reutilización de la misma.
Es cuestión de salud, derecho y crecimiento económico de las regiones. Más allá del ciclo del agua, el hombre puede cuidar este bien que parece infinito, pero que no lo es. Estos son datos importantes que ha lanzado Naciones Unidas en relación a los retos que tiene el mundo en el sector del agua:
- 2.000 millones de personas carecen de acceso a servicios de agua potable gestionados de manera segura (OMS/UNICEF 2019).
- Más de la mitad de la población – 4.200 millones de personas – carecen de servicios de saneamiento gestionados de forma segura (OMS/UNICEF 2019).
- 297.000 niños menores de cinco años mueren cada año debido a enfermedades diarreicas causadas por las malas condiciones sanitarias o agua no potable (OMS/UNICEF 2019).
- 2.000 millones de personas viven en países que sufren escasez de agua (UN 2019).
- El 90% de los desastres naturales están relacionados con el agua (UNISDR).
- El 80% de las aguas residuales retornan al ecosistema sin ser tratadas o reutilizadas (UNESCO 2017).
- Alrededor de dos tercios de los ríos transfronterizos del mundo no tienen un marco de gestión cooperativa (SIWI).
- La agricultura representa el 70% de la extracción mundial de agua (FAO).
- Aproximadamente el 75% de todas las extracciones de agua industrial se utilizan para la producción de energía (UNESCO, 2014).
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