El Dragón de Komodo es un animal fascinante, con su enorme tamaño, es un reptil muy peligroso, un depredador innato que tiene un apetito voraz. Es el reptil más grande del mundo, que con su herencia prehistórica y sus increíbles habilidades para cazar y defenderse se muestra imponente bajo el sol del clima tropical.
Tabla de Contenidos
¿Qué tipo de animal es el dragón de Komodo?
El Dragón de Komodo (cuyo nombre científico es Varanus Komodesis) es una especie de reptil saurópsido que pertenece a la familia de los varánidos.
Parte de sus características físicas y de comportamiento son: el tamaño, piel resbalosa, dura y cubierta de escamas, cabeza proporcionalmente pequeña, cuello y colas grandes y fuertes; este grupo de reptiles se agrupan en la categoría de los Varanus.
Este increíble y feroz animal, situado en lo alto de la cadena alimenticia, está considerado como un súper depredador, que vive para cazar, pelear y reproducirse en las Islas de Indonesia central, lugar de donde es endémico.
Tiene orígenes que se remontan a millones de años atrás, siendo básicamente un vestigio aislado de los grandes ejemplares varánidos que vivían en Indonesia y Australia, pertenecientes a un grupo denominado Megafauna, la cual fue desapareciendo poco a poco.
¿Cómo es el Dragón de Komodo?
Una de las características que más llama la atención acerca de los Dragones de Komodo, es su excepcional tamaño, este temible reptil alcanza a medir un promedio de 2 a 3 metros y un peso de 70 kilogramos. Cuando se encuentran en estado silvestre suelen tener un tamaño un poco menor, comparados con las especies que se encuentran en cautiverio.
Los individuos más jóvenes lucen un inconfundible color verde, con zonas amarillas y negras, mientras que los reptiles de mayor edad tienen un tono más opaco y oscuro en tonos marrones, grises y rojizos.
El cuerpo de los Dragones de Komodo es muy robusto, estos son fuertes y su piel está cubierta de duras y ásperas escamas. Su cola es musculosa y prominente, casi tan larga como su propio cuerpo.
Una de las características más increíbles de este animal son sus 60 dientes aserrados, los cuales suele cambiar a menudo, cada diente puede llegar a medir 2,5 centímetros de longitud, y con ellos desgarran fácilmente el cuerpo de sus presas.
La saliva, que siempre tiene en abundancia colgando de su boca, es altamente venenosa, debido a que contiene bacterias, las cuales pasan a las heridas de las víctimas en una potente mordida. La lengua del Dragón de Komodo es amarilla y peculiarmente bifurcada.
Descripción de sus sentidos
Los dragones de Komodo tienen un sentido de la vista bastante desarrollado, estos animales son capaces de ver hasta un radio de unos 300 metros; durante la noche, suelen guiarse por otros sentidos pues su visión nocturna no es muy buena. A pesar de tener un conducto auditivo visible, este animal no tiene un sentido del oído muy particularmente agudo.
El Dragón de Komodo tiene una lengua poderosa, la cual utiliza para percibir los olores, detectar sabores y captar estímulos en general. De manera similar que la mayoría de los reptiles, utiliza el órgano de Jacobson para ayudarse con la orientación espacial.
Este magnífico animal está siempre en búsqueda de comida, son capaces de detectar carroña u otras fuentes de alimento a distancias de hasta 10 kilómetros.
La piel del Dragón de Komodo es similar a un escudo, algunas de las escamas que la recubren están reforzadas con hueso; tienen, además, placas sensoriales que se conectan con nervios que mejoran su sentido del tacto, las zonas especialmente sensibles son las que están ubicadas alrededor de los oídos, barbilla y en la planta de las patas.
Hábitat
El Dragón de Komodo prefiere los lugares cálidos y secos para vivir, como los prados con hierbas altas y árboles, disfrutan de estar en la sabana y en las zonas bajas de los bosques tropicales; las crías suelen ser arborícolas hasta los 8 meses de edad.
Les gusta vivir en madrigueras, las cuales excavan con sus potentes garras delanteras. Estos refugios les funcionan bien para conservar el calor por las noches y protegerse del exceso de sol durante el día.
Hábitos
Este enorme reptil es muy activo durante la mayor parte del día, presentando escaza actividad nocturna. Son animales territoriales, de hábitos solitarios, que se reúnen para completar los rituales de apareamiento y para compartir grandes presas.
Generalmente, el Dragón de Komodo puede realizar carreras muy veloces pero en cortas distancias. Son muy buenos nadadores pueden zambullirse hasta casi 5 metros de profundidad y recorrer nadando grandes distancias.
Si se llegan a enfrentar con un enemigo más grande, estos reptiles se paran sobre sus patas traseras y se apoyan sobre su cola; utiliza sus garras y potente mordida como armas esenciales de ataque y defensa.
Alimentación
Los dragones de Komodo son totalmente carnívoros, se alimentan tanto de carroña como de presas vivas a las cuales cazan fácilmente y sin piedad, mordiéndoles el cuello o directamente el vientre del animal.
Se dan casos en los que los Varanos derriban a un animal mucho más grande y se lo comen entre varios individuos, si la presa llega a escapar, el veneno en las mordidas hará que muera a pocos metros del lugar del ataque.
Reproducción
La época de apareamiento tiene lugar los meses de julio y agosto, y la puesta de los huevos sucede generalmente en el mes de septiembre. La hembra pone alrededor de una veintena de huevos en madrigueras excavadas para tal fin, para iniciar un período de incubación que dura entre 7 y 8 meses.
Usualmente la hembra cubre sus futuras crías con tierra y hojas, además de que se acuesta sobre ellos para mantenerlos calientes; los neonatos salen del huevo ya en el mes de abril; al romper las cáscaras, solo se quedan en el nido unas horas antes de comenzar a vivir por su cuenta, pues los varanos no cuidan a sus crías luego de que nacen.
Lo primero que hace una cría de Dragón de Komodo al nacer es subir a un árbol, pues es un lugar donde puede sobrevivir de los depredadores, que lo ven como presa fácil debido a su pequeño tamaño. Conoce a continuación especies de dinosaurios.
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