Es muy importante para los forenses y para la policía conocer cómo se descomponen los cuerpos bajo diferentes circunstancias. Pero sorprendentemente tenemos poca información de lo que pasa con los cuerpos cuando están sumergidos en el fondo del mar.
En un intento para entender mejor como los organismos se descomponen para forenses e investigaciones criminales, criminólogos de la Universidad Simon Fraser y de la Red Experimental Victoria en Canadá colaboraron sumergiendo cadáveres de cerdo en un laboratorio cableado bajo el agua en el mar de Salish, usando equipo operado remotamente para llevar a cabo el experimento.
Los investigadores llevaron a cabo dos experimentos, uno en primavera y otro en otoño. Su estudio mostró como el cadáver de un cerdo puede quedar hecho huesos en solo tres días en otoño. Durante el verano, los cuerpos llegaron a este estado en el cuarto día.
En el experimento usaron cuerpos grandes de cerdos debido a que se parecían en tamaño a un cuerpo humano. Fueron sumergidos 300 metros bajo la superficie en el Estrecho de Georgia, una zona de agua altamente oxigenada entre la Isla de Vancouver y la costa oeste de Canadá.
Agregó, “sin embargo, hemos encontrado que en aguas profundas altamente oxigenadas, se puede esperar que el cuerpo se vuelva esqueleto en menos de cuatro días, aunque los huesos se pueden recuperar por seis meses o más.”
En ambas estaciones, pequeños calamares llamados anfípodos lisianásidos fueron atraídos inmediatamente al cuerpo. Durante la primavera, esto mismo ocurrió horas más tarde por tiburones vaca. Los tiburones mordieron partes del cerdo, pero dejaron de morder cuando se marcaron las 24 horas, a pesar de que aún quedaba carne. Miles de estos anfípodos continuaron aumentando en número, y cubriendo incluso partes de la jaula y el área alrededor.
En el día nueve de primavera, un gran pulpo se acercó al cadáver, y parecía inspeccionar los restos, aunque al parecer no comió nada. El día siguiente de primavera, un calamar se terminó de comer el cartílago que quedaba en los huesos.
Después de 166 y 134 días de los experimentos de primavera y de otoño respectivamente, el equipo recogió los huesos que quedaban.
Los investigadores se sorprendieron por lo diferente que pueden ser los resultados dependiendo en los niveles de oxígeno y profundidad del agua. La rapidez de la descomposición fue gracias a la actividad de los carroñeros.
Anderson notó que sus observaciones eran importantes para recuperar a los buceadores así saben que esperar y que buscar.
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