Los ojos azules no consiguen su color por un pigmento – la realidad es mucho más fascinante.
Tus ojos no son azules ni verdes porque las células contengan estos pigmentos. Como Paul Van Slembrouck escribe para el Medium, su color es realmente estructural, involucrando a la física de forma interesante.
El epitelio está formado por dos células delgadas, que contienen pigmentos negros-marrones – las motas oscuras que algunas personas tienen en sus ojos, pertenecen a esta zona del ojo.
En contraste, el estroma está compuesto por fibras de colágeno incoloras. Puede contener un pigmento oscuro conocido como melanina, mientras que otras veces cuenta con un exceso en los depósitos de colágeno. De forma fascinante, estos dos factores son los que controlan el color de tu ojo.
Los ojos marrones, por ejemplo contienen una concentración alta de melanina en su estroma, la cual absorbe gran parte de la luz que entra en el ojo, independientemente de los depósitos de colágeno, aportándole su color oscuro.
Los ojos verdes no contienen mucha melanina, pero tampoco cuentan con depósitos de colágeno. Esto significa que a pesar de que parte de la luz entrante es absorbida por el pigmento, las partículas en el estroma también dispersan la luz, como resultado de un proceso conocido como el efecto Tyndall, que crea un matiz azul. Si se combina con la melanina marrón, da como resultado que los ojos parezcan de color verde.
Sin embargo, los ojos más fascinantes son los azules, ya que su color es completamente estructural. La gente con los ojos azules cuenta con un estroma totalmente incoloro, sin pigmento, y tampoco contiene depósitos de colágeno en exceso. Esto significa que toda la luz que entra en el ojo, se dispersa en la atmósfera, como resultado del efecto Tyndall, creando un matiz azul.
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