En la actualidad, son muchos lo que buscan tomar un tiempo de su rutina para relajarse con alguna actividad y no son pocos los que utilizan la meditación para ello. Siendo así, es bueno saber cómo meditar para conseguir disminuir las tensiones.
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Meditación para principiantes
Es una actividad que busca aumentar y promover diversas emociones positivas para conseguir la relajación en tu día a día, además de disminuir afecciones negativas como la ansiedad o depresión. Antes de iniciar, lee con atención estos útiles consejos:
- Meditar a diario: A pesar que puede parecer complicado, para que obtengas los beneficios de esta práctica es necesario aplicarla todos los días. De hecho, con 10 minutos al día podrás empezar a sentir mejoras y comenzar a experimentar todas las bondades de la meditación. La constancia es importante, con ella lo convertirás en un hábito saludable.
- Entrena tu mente: No te preocupes si inicialmente se te hace difícil dejar tu mente en blanco para meditar, es normal que esto sea así. Tienes de mentalizarte en que el cerebro es un músculo y lo debes entrenar como a cualquier otro. La práctica de la meditación es un entrenamiento para la mente y la constancia en este sentido rendirá sus frutos.
- La postura: Puedes meditar sentado en el suelo o recostado, lo que realmente importa es que tu cuerpo se encuentre cómodo y relajado. Tendrás que dedicar algo de tiempo a encontrar la postura correcta porque durante la meditación no podrás moverte, ya que el objetivo es abandonar el “yo corporal” para entrar en tu interior.
- Control de los pensamientos: El estado natural de la mente es estar pensando, por lo tanto será frecuente que aparezcan pensamientos en tu mente sobre todo al inicio de la práctica, lo que importa en este caso es que no te dejes llevar por ellos. Si ocurre, acude a tu mantra o punto de concentración para recobrar el equilibrio. No luches contra ellos, contrólalos.
Técnicas de meditación
Existen algunas técnicas que sirven para los principiantes, ellas te permitirán entender los principios de la práctica, son sencillas y te encaminarán a métodos y técnicas más complejas.
Concentración
Esta es quizá la técnica más sencilla y para ponerla en práctica lo único que tendrás que hacer es permanecer con los ojos abiertos, centrando la mirada en un punto fijo. Lo que va a ocurrir es que al rato de estar haciéndolo tu alrededor parecerá que se diluye y sólo verás el punto fijo.
Para lograr la concentración necesaria existen varios métodos, a saber:
- Repetir de forma continua una palabra o mantra.
- También puedes concentrarte en tu respiración.
- Poner música para relajación que incluya el sonido de un gong repetitivo.
Cuando realices esta técnica tendrás que estar muy consciente de dónde está tu mente y cuando sientas que la concentración se ha ido con un pensamiento, podrás recuperar el control enfocándote nuevamente en ese punto y repitiendo la palabra o prestando atención a la respiración. Amplía esta información conociendo qué es el Budismo.
Atención plena
Consiste en seguir tus pensamientos y en lugar de tratar de aislarte de ellos, observarlos. Es una forma de abstraerse por completo y con ella lograrás ser un espectador de tus propios pensamientos, sin dejarte llevar por la corriente donde confluyen.
Para poder llevar a cabo esto, solamente deberás estar muy concentrado, con los ojos cerrados y observar qué pasa por tu mente. Pero la diferencia estará en no solo seguir la línea de tus pensamientos, verás cómo pasan o fluyen.
¿Cómo empezar a meditar?
Una vez que decidiste con cuál técnica meditarás, es hora de comenzar. Lo podrás hacer en casa sin ningún problema. Cuando ya sepas bien cómo hacerlo, tendrás que tomar unos minutos donde quiera que estés, por ejemplo, puede ser en un rato de descanso en el trabajo. La primera vez tendrás que seguir los siguientes pasos.
- Consigue un lugar tranquilo: Es necesario que sea un espacio cómodo y con un ambiente despejado, que facilite la práctica de esta actividad de relajación. Además se aconseja que no haya dispositivos electrónicos cerca que puedan molestar tu concentración.
- Elige el momento adecuado: Esta práctica no puede hacerse como se realizan los trámites, con un horario porque sí, debes buscar el momento adecuado de tu día. Tienes que estar predispuesto al aislamiento, saber que no debes estar pendiente de algo más. Además, ubica ese rato del día donde no tienes una lista de deberes para cumplir, que sea tu momento.
- Una buena posición del cuerpo: Una vez seleccionado el lugar y el momento, debes prestar atención a la postura del cuerpo. La columna tiene que estar centrada y sobre todo debes estar cómodo en todo el ejercicio. Puede ser sentado en el piso, en una silla o recostado, como te sientas mejor.
- Respira: Sin mirar, solamente concentrándote en la respiración. Es la mejor forma de lograr la concentración interior y desconectar tu mente del día a día. Puedes comenzar con inhalaciones profundas para relajarte y luego, céntrate en la respiración de tu cuerpo.
- Escucha música relajante: Para la meditación no hay nada mejor que escuchar una melodía que te ayude a desconectarte y a relajarte al máximo. Esto te puede ayudar a reconectar con la meditación cuando tu mente se vaya con un pensamiento, que seguramente ocurrirá las primeras veces que medites.
- Recupera el control: Debes tener presente que lo más natural es que tu cerebro forme pensamientos y que tiendas a irte con alguno de ellos. Pero lo que realmente importa es que practiques la consciencia, por esto, apenas notes que te fuiste tras una línea de pensamiento recupera el control y céntrate de nuevo en la respiración.
Comienza con diez minutos de meditación y luego puedes incrementar este tiempo hasta llegar a los treinta minutos. Pero si no logras apartar este momento al día, con diez minutos diarios estará bien. Puede ser a primera hora de la mañana o antes de irte a dormir.
Pon en práctica estos consejos y verás que con constancia conseguirás conectarte con tu “yo interior” a pesar de la rutina.
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