A medida que la población aumenta, se están creando nuevas tecnologías agrícolas para cubrir la producción de alimentos, como la hidroponía.
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¿Por qué construir un sistema hidropónico?
En Europa, cada vez más países utilizan estas técnicas para cultivar alimentos. En este sistema de jardinería, las plantas crecen con sus raíces sumergidas directamente en el agua, sin necesidad de usar tierra.
Para los cultivadores caseros, esto se puede lograr cultivando en contenedores o baldes de almacenamiento y macetas de red. Precisamente, según Sweetesthome.nl, Holanda es mundialmente conocido por utilizar sistemas hidropónicos y energía geotérmica para incrementar la producción de sus alimentos, aprovechando menos recursos. ‘‘Gracias a estos sistemas, los agricultores holandeses usan 1.1 galones de agua por 4,5 kg de tomates producidos, en comparación con el promedio mundial de 25.6 galones’’, detallan.
El sistema hidropónico posee múltiples beneficios, como el aprovechamiento de recursos y la seguridad alimentaria. Cultivar plantas en agua es más eficiente. Sin tierra, las raíces absorben todos los nutrientes casi sin esfuerzo.
Además, está comprobado que pueden crecer más rápido. Elimina el uso de pesticidas químicos y brinda un suministro regular de productos frescos y nutritivos en casa.
Los mejores alimentos para cultivar en sistemas hidropónicos son: lechuga, col rizada, acelga, albahaca y perejil. Estas plantas no son pesadas en la parte superior, por lo tanto, crecerán fácilmente en cualquier recipiente casero.
¿Cómo construir un sistema hidropónico?
Los materiales necesarios son: semillas germinadas, contenedor o recipiente de cualquier tamaño (20-30 centímetros de profundidad), una tabla de madera con la misma dimensión del recipiente, un tapón de goma o plástico, solución nutritiva, un taladro y una bomba de aire.
Utilizando el taladro, debemos hacer un agujero al recipiente para insertar el tapón de goma o plástico que le permitirá hacer los cambios de agua. También es necesario hacer varios agujeros a la tabla, dejando el mismo espacio entre ellos. Estos agujeros servirán para insertar las raíces de las plantas.
Colocamos el recipiente en el suelo y lo tapamos con la tabla. Insertamos las plantas por los orificios, procurando que no se lastimen. Verificamos que el tallo quede sobre la tabla y que las raíces estén dentro del agua.
Los cultivos deben estar en un espacio donde puedan recibir los rayos del sol. Otra opción es hacer un sistema hidropónico vertical (en una pared). Sin embargo, esto es recomendable para plantas altas, como los tomates.
La bomba de aire debe permanecer fuera del depósito. Viene con una válvula de retención, esto asegura que la bomba no succione agua si se apaga. Si no viene con uno, debe mantener la bomba por encima del nivel del agua.
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