Realizar una instalación fotovoltaica en la actualidad es un proceso más sencillo del que se podía uno imaginar hace años. La mayoría de los países en el mundo son proclives a la implantación de energías renovables a gran escala y también a procedimientos individuales para aligerar la doble factura medioambiental y económica que generaban las fuentes tradicionales.
Esta inclinación hacia la transición energética y la sostenibilidad ha impulsado el autoconsumo en los hogares. A partir de ahí la geotermia o la instalación de paneles fotovoltaicos es la opción más utilizada por aquellos que se lo puedan permitir.
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Instalación fotovoltaica: primera cuestión a conocer
Efectivamente, antes de lanzarse a proceder con una instalación fotovoltaica en una comunidad de vecinos o en una vivienda particular, hay que mirar por la parte económica porque se trata de una inversión más o menos fuerte según el bolsillo de cada cual.
Lo cierto es que también aquí cabe hablar de democratización de este sistema pues hace años el precio de la instalación fotovoltaica era muy elevado. Hoy, además de una legislación que acompaña, los precios más asequibles han hecho que el autoconsumo compartido (es decir, el que se hace en comunidades de vecinos) haya experimentando un crecimiento exponencial.
Argumentos a favor
Además de los menores costes de instalación, el incremento de instalaciones también se debe a la simplificación del proceso y de las gestiones administrativas y al creciente convencimiento social de no depender del vaivén de los precios del mercado eléctrico que tanto están afectando a las familias. En Europa, desde el último tramo de 2021, los precios del gas y de la electricidad han superado cifras nunca antes vistas.
Otro argumento a favor de la instalación de placas y el autoconsumo viene desde la propia Administración. En países como España (consultar en cada caso fuera de España) nos encontramos en el mejor momento en lo que a subvenciones y ayudas para incentivar el autoconsumo energético. Muchos ayuntamientos cuentan, además, con bonificaciones del IBI de hasta el 50% y del ICIO de hasta el 95%, lo que supone una importante ayuda en su conjunto.
La financiación de estas instalaciones por parte de las empresas instaladoras también ha avanzado mucho en los últimos años con el objetivo de democratizar esta tecnología y acercarla a cualquier persona.
Apostar por la energía solar no solo permite una importante reducción en la factura eléctrica, sino que también contribuye a garantizar un futuro a las próximas generaciones en el que el respeto al medio ambiente sea un pilar fundamental. En este punto hay que decir que los edificios urbanos son grandes emisores de dióxido de carbono a la atmósfera, con lo cual la instalación fotovoltaica en muchos de ellos sería de gran ayuda para la salud del planeta.
Tramites y burocracia para iniciar una instalación fotovoltaica en una comunidad de vecinos
En las siguientes líneas explicaremos de la mano de Carvisa Energía, compañía especializada en energía solar y autoconsumo colectivo, cuáles son los pasos a seguir para tener una instalación fotovoltaica en tu comunidad de vecinos de forma rápida y sin tener problemas.
Antes de nada, recomendamos contar con partner especializado en estos temas para que este se encargue de todos los contratos y permisos administrativos pertinentes.
Esto son los pasos y documentos que implica todo el proceso:
- Llegar a un acuerdo con los vecinos. Para llevar a cabo este proyecto hay que iniciar conversaciones previas con el vecindario para conseguir el voto favorable de, al menos, un tercio de los propietarios y registrar en acta el acuerdo firmado. Aquellos vecinos no interesados no están obligados a participar ni tienen por qué implicarse.
- Contactar con la empresa instaladora. El segundo paso consiste en contactar con la empresa instaladora, que se encargará de realizar un estudio solar para analizar la viabilidad de la instalación, diseñar el proyecto y elaborar el presupuesto. Aprobados estos puntos, se iniciarán los trámites legales.
- Solicitar los permisos previos a la instalación: este paso suele ser el más lento y complejo de ejecutar. La buena noticia es que algunas empresas instaladoras ya se encargan de gestionar todos estos permisos, liberando de esta labor a la propia comunidad de propietarios. Serían las siguientes:
- Permiso de acceso y conexión para las instalaciones de más de 15kWn y con vertido de excesos de electricidad.
- Autorización administrativa previa y de construcción en el caso de instalaciones fotovoltaicas superiores a 100kWp.
- Licencia de obra e impuestos. En muchas comunidades autónomas basta con avisar al ayuntamiento sobre la realización de la obra, en otras deberemos obtener licencia de obra desde el inicio. También es necesario pagar el Impuesto de Construcción y Obras (ICIO) y la tasa por prestación de servicios urbanísticos.
- Autorización ambiental y de utilidad pública: Obligatoria para instalaciones superiores a los 100kWp.
- Proceder a la realización de la obra para la instalación de los paneles fotovoltaicos.
- Solicitar los permisos posteriores a la instalación. Del mismo modo que sucede con los permisos previos a la instalación, estos permisos posteriores son realizados en muchos casos por la propia empresa instaladora:
- Certificado de instalación o de fin de obra: es obligatorio presentarlo ante la Comunidad Autónoma o el ayuntamiento competente.
- Inspección inicial: obligatoria para instalaciones de más de 10kW.
- Contrato de suministro de energía para servicios auxiliares.
- Registro de la instalación de autoconsumo en Industria.
- Inscripción en el registro autonómico de autoconsumo.
- Acuerdo de reparto y contrato de compensación de excedentes.
- Contrato de representación.
- Contrato de acceso para la instalación de autoconsumo.
- Contrato de compensación de excedentes.
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