Si echas un vistazo alrededor de tu casa, encontrarás muchos dispositivos diferentes, que tienen como objetivo detectar o medir los cambios de temperatura:
El termómetro del patio trasero te dice la temperatura del exterior, si es fría o caliente y a cuántos grados está.
Los termómetros de la carne y el dulce, de la cocina, miden la temperatura de los alimentos.
El termómetro del horno te permite mantener una temperatura caliente.
El termómetro de la nevera te permite mantener una temperatura fría.
El termómetro medicinal de la fiebre te permite medir la temperatura en un rango muy pequeño y con gran precisión.
Echaremos un vistazo a las diferentes tecnologías termométricas utilizadas hoy en día para comprender cómo funcionan.
Tabla de Contenidos
El termómetro de bulbo
El termómetro de bulbo es el tipo de termómetro de cristal con el que probablemente has crecido. Contiene en su interior algún tipo de fluido que le permite funcionar, antiguamente mercurio. En la actualidad, por motivos de seguridad, este líquido no se encuentra en su interior; siendo la mayoría, eléctricos.
El termometro de bulbo se caracteriza por medir la temperatura medio ambiental
El termómetro de bulbo confía en el principio simple de que el líquido cambia su volumen relativo en función de la temperatura. Los líquidos necesitan menos espacio cuando están fríos y más espacio cuando están a temperatura caliente.
Todos los días de tu vida utilizas diferentes líquidos, pero seguramente no te fijarás en que substancias como el agua, la leche o el aceite cuando se cocinan, ocupan mayor o menor espacio a medida que la temperatura cambia. En estos casos, el cambio del volumen es relativamente pequeño. Todos los termómetros de bulbo utilizan un bulbo bastante grande y un tubo estrecho para acentuar el cambio del volumen.
¿Cuáles son las escalas de temperatura?
Los diferentes cambios de temperatura pueden ser medidos en escala celsius y fahrenheit
La escala Fahrenheit – De manera arbitraria Daniel Fahrenheit decidió que los puntos de congelación y ebullición del agua deberían estar separados por 180 grados, fijando la congelación del agua a 32 grados. Así que decidió construir un termómetro. Lo introdujo en agua congelada y marcó el nivel del mercurio en el cristal, como 32 grados. Después, colocó el mismo termómetro en agua hirviendo y marcó que el nivel del mercurio fuese de 212 grados. Entre ambos puntos él marcó 180 espacios eventuales.
La escala Celsius – Anders Celsius decidió arbitrariamente que los puntos de congelación y ebullición del agua estarían separados por 100 grados, por lo que fijó el punto de congelación del agua en 100 grados. (Su escala fue invertida más adelante, ya que el punto de ebullición del agua es 100 grados, mientras que el de congelación es de 0 grados.)
Como puedes ver, las escalas de temperatura utilizadas comúnmente son completamente arbitrarias. Por lo que si quisieras, podrías construir tu propia escala. Los puntos de ebullición y congelación del agua son un buen ejemplo, gracias a la facilidad de ser reproducidos, pero esto no quiere decir que no puedas utilizar tu propia escala.
Termómetros de tira bimetálica
Los termómetros de bulbo son buenos para medir temperaturas con precisión, pero son más difíciles de utilizar cuando el objetivo es controlar la temperatura. Por eso se ha creado el termómetro de tira bimetálica, formado por metal, para poder controlar y medir los cambios de temperatura.
Descripcion de un termometro de esfera bimetalico
El principio que se encuentra detrás del termómetro de tira bimetálica permanece en el hecho de que los diferentes metales se expanden a un ritmo diferente, al calentarse. Mediante la unión de dos metales diferentes, puedes construir un controlador simple de electricidad que pueda soportar temperaturas bastante altas. Este tipo de controladores se pueden encontrar a menudo en los hornos. Esta es la disposición general:
Dos metales forman la tira bimetálica (de ahí el nombre). En este diagrama, el metal verde sería elegido para expandirse más rápido que el metal azul si el dispositivo estuviera siendo utilizado en un horno. En un refrigerador, sería la configuración opuesta, a medida que la temperatura se incrementa el metal azul se expande de forma más rápida que el metal verde. Esto hace que la tira se doble hacia arriba, haciendo contacto para que la corriente pueda fluir. Ajustando el tamaño de la brecha entre la tira y el contacto, puedes controlar la temperatura.
A menudo encontrarás tiras bimetálicas enroscadas en espirales. Este es el diseño típico de un termómetro de cuadrante de patio trasero. Enrollando una tira muy larga se vuelve mucho más sensible a los cambios de temperatura pequeños. En un termostato de horno, se utiliza la misma técnica, uniendo un interruptor de mercurio a la bobina. El interruptor enciende o apaga el horno.
Termómetros electrónicos
Ya no se utilizan los termometros de mercurio, los mas comercializados son los electronicos
A día de hoy es muy común medir la temperatura con dispositivos electrónicos. El sensor más común es el termistor. Este dispositivo cambia su resistencia con los cambios de temperatura. Un ordenador u otro circuito mide la temperatura y la transforma, con el fin de mostrar o tomar la decisión sobre encender o apagar el mecanismo.
Los termómetros son aparatos diseñados para medir o controlar la temperatura del ambiente, un lugar o un alimento.
Algunos de los más conocidos son:
Los termómetros de bulbo. Encargados de medir la temperatura, como los famosos termómetros de la fiebre. Funciona siguiendo el principio simple de que el líquido cambia su volumen relativo en función de la temperatura.
Los termómetros de tira bimetálica. Encargados de controlar los cambios de temperatura, como por ejemplo, el suministro del agua de una casa. Funciona siguiendo el principio de que los dos metales que lo conforman, se deben expandir a un ritmo diferente al calentarse (uno antes que otro).
Los termómetros electrónicos. Son los substitutos de los termómetros que necesitaban mercurio en su interior para funcionar.
La temperatura de todos ellos puede medirse en dos escalas diferentes, la de grados Fahrenheit y la de grados Celsius.
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