Hay pocas cosas en este mundo sobre las que puedas decir honestamente que no puedes vivir sin ellas. Tu sistema digestivo definitivamente es una de esas cosas. Este sistema es el encargado de absorber y transportar todos los nutrientes que tu cuerpo necesita para prosperar – y consigue eliminar todo aquello que el cuerpo no necesita.
Este equipo digestivo está formado por un conjunto de huecos que comienzan en tu boca y terminan en tu ano. Estos órganos son asistidos por una pareja de amigos, el hígado y el páncreas, y también están influenciados por el cerebro y los nervios del cuerpo.
Todo lo que comes a lo largo de tu jornada pasa a través de tu cuerpo – si estiramos el aparato digestivo podría medir sobre 30 pies, la mayoría parte de los intestinos. Por supuesto, puede haber problemas durante la digestión de los que hablaremos más adelante.
Así que, ¿cómo funcionan exactamente estos órganos juntos? Vamos a comenzar siguiendo la jornada de un sándwich de jamón y queso.
Tabla de Contenidos
El tracto digestivo: de la boca al estómago
Imagínate que has comido un sándwich de jamón y queso en el almuerzo. Antes de que hayas dado un mordisco, tu nariz lo ha olido y el cerebro ha empezado a emitir señales para que las glándulas salivares de la boca empezaran a segregar fluidos.
Una vez han recibido esta información, tu boca se llena de agua. Cuando muerdes el sándwich, las glándulas salivares se activan más y secretan más saliva, volviendo el alimento más húmedo y más fácil de tragar.
Antes de que el sándwich deje tu boca un enzima llamado amilasa, contenido en tu saliva, comienza a romper los carbohidratos del pan. Cuando tragas, los pedazos del sándwich se van deslizando por tu garganta.
El alimento se encuentra con varios caminos, una parte es el esófago, el cual está conectado con el estómago, y el otro es la tráquea, que conecta con los pulmones.
Por supuesto, el camino correcto es a través del esófago, pero a veces la comida puede tomar una ruta descuidada. Así que cuando decimos que algo baja por la “tubería equivocada”, quiere decir que va a través de la tráquea, normalmente porque estabas respirando o riendo cuando tragaste.
No te preocupes, rara vez sucede – al tragar se cierra la eplígotis, una membrana flexible que cierra la tráquea. Así que las piezas del sándwich resbalarán hasta el esófago llegando al esfínter esofágico superior, un músculo en forma de anillo que se abre solamente cuando la comida es tragada.
Una vez que el sándwich está en el esófago se contracciones musculares involuntarias – o peristalsis – que lo empujan hacia el estómago. Al final del esófago, el esfínter esofágico inferior le permite a la comida entrar en el estómago. Se abre y rápidamente se cierra para mantener la comida dentro y que no pueda volver al estómago.
¿Alguna vez has tenido acidez estomacal?
Esto sucede cuando el esfínter no funciona adecuadamente y los ácidos del estómago chapotean hacia el esófago. Si esto sucede de manera crónica, podrías tener la enfermedad por reflujo gastroesofágico.
En el estómago la comida comienza su preparación para el intestino delgado. Las glándulas del estómago secretan ácido y enzimas mientras una mucosa protege el estómago de la acción de estos ácidos para prevenir úlceras.
Los músculos lisos del estómago se contraen cada 20 segundos revolviendo el ácido y las enzimas convirtiendo tu sándwich en una masa licuada, el quimo. Pero algunas comidas no pueden ser reducidas al quimo y permanecen como una pasta, una substancia sólida que es liberada al intestino delgado en un proceso que lleva más de una hora.
Tu sándwich licuado, sin embargo, puede salir del estómago en unos 20 minutos.
El intestino delgado y el intestino grueso
Tu sándwich no identificable entra dentro del duodeno, la primera parte del intestino delgado. El proceso de descomposición continúa con enzimas del páncreas y de la bilis proveniente del hígado.
Otra vez los movimientos peristálticos ayudan a mezclar los jugos. La próxima sección del intestino delgado es el yeyuno en espiral, seguido del íleon que conduce directamente hacia el intestino grueso. Estas dos secciones absorben nutrientes y agua más que descomponer la comida.
El intestino delgado tiene un diámetro inferior al del intestino largo, pero es el más largo – tiene la misma superficie que una pista de tenis!
Podrías preguntarte cómo coge en tu cuerpo. La respuesta es simple: La superficie del intestino delgado tiene muchos pliegues apretados que pueden absorber nutrientes y agua – incrementando el tamaño grandemente.
Estos pliegues están cubiertos con vellosidades o pequeñas protecciones que pueden tener microvellosidades. Tanto las vellosidades como las microvellosidades ayudan a captar nutrientes específicos.
Eso quiere decir que diferentes tipos de vello atraparán los nutrientes, electrolitos y moléculas dietéticas en tu sándwich (como los carbohidratos y el ácido fólico del pan, proteína y sodio del jamón, y calcio y vitamina B12 del queso). Los nutrientes son absorbidos a través de la pared de los intestinos y los vasos sanguíneos que los llevan a través del cuerpo.
Además, el intestino delgado se encarga de transportar las substancias no digestivas hasta el final del trayecto del proceso digestivo. El intestino grueso absorbe fluido extra para producir residuos sólidos que conocemos como heces.
Para mover los residuos, el colon usa el mismo movimiento involuntario que hemos aprendido antes. A diferencia de los movimientos del estómago y del intestino delgado, estos pueden tardar horas, incluso días en moverse los residuos a lo largo del intestino grueso – ya que se mueve aproximadamente 1 centímetro por hora.
El intestino grueso tiene tres partes principales. La primera es una bolsa llamada ciego. (El ciego es conocido como el apéndice, la pequeña bolsa puede llegar a inflamarse y ser extremadamente dolorosa en algunas personas).
Después viene el colon, el cual tiene tres secciones: ascendiente, transversal y descendiente. Las primeras dos secciones se encargar de absorben las sales y los fluidos de la comida no digestiva. Billones de bacterias que normalmente viven en el colon ayudan a fermentar y absorben substancias como la fibra.
Mientras estas secciones están absorbiendo también están produciendo una mucosa que ayuda a las heces a moverse más fácilmente a través de colon descendiente y llegar a la tercera parte del intestino grueso: el recto. Aquí, tus heces esperan a ser excretadas a través del ano en tu próxima evacuación intestinal.
Mientras tu sándwich se mueve a través del sistema, otros órganos, glándulas, hormonas y nervios están trabajando también. Vamos a averiguar que están haciendo y por qué debemos tenerlo en cuenta.
Accesorios digestivos: órganos y glándulas.
El estómago y los intestinos cuentan como mucha ayuda de otros órganos, glándulas, hormonas y de algunos nervios. Vamos a ver qué hacen estos accesorios digestivos y como se son esenciales para llevar a cabo el proceso.
Órganos
El órgano principal envuelto en la digestión es el más grande del cuerpo, el hígado, el cual representa sobre el 2,5 por ciento de tu peso corporal total.
El hígado tiene un gran impacto en las funciones de tu cuerpo. En términos de la digestión, está envuelto en la descomposición, en la digestión y en la absorción de grasas. Todo esto es gracias a la bilis, un fluido amarrillo-marrón que se crea en el hígado y se excreta a través de los conductos biliares y en el intestino delgado.
La bilis adicional del hígado se almacena en la vesícula biliar. Cuando la comida parte hacia los intestinos, le dan una señal a la vesícula biliar para que produzca la bilis. Si la vesícula biliar tiene que ser quitada por una razón o por otra, el hígado almacenará la bilis adicional creando unos conductos biliares nuevos.
El páncreas puede ser más pequeño que el hígado, pero es una máquina eficiente. Produce zumos pancreáticos compuestos de enzimas que ayudan en la digestión. Una enzima es una proteína que puede causar cambios químicos en substancias orgánicas como la comida. Las enzimas en el páncreas causan cambios químicos que, con ayuda de la bilis, descomponen las proteínas, las grasas y los carbohidratos.
Glándulas
Las glándulas esenciales están alrededor de todo el sistema digestivo, desde la boca hasta los intestinos. En la boca, las glándulas salivales comienzan el proceso. La saliva humedece tu comida y utiliza una enzima para comenzar a descomponer el almidón en partículas más pequeñas.
Las glándulas del estómago excretan zumos que son un poco más fuertes. Cuando la comida llega, las glándulas de la pared del estómago echan ácidos para descomponer la comida. También producen un enzima específico diseñado para descomponer proteínas, como en la carne.
Esta descomposición continúa cuando la comida se encuentra más glándulas en las paredes intestinales. Estas están encargadas de excretar enzimas que trabajan con la bilis y el zumo pancreático para continuar la descomposición de la comida y absorber los nutrientes.
El proceso de digestión
Hormonas
Las hormonas controlan la regulación de todo el proceso digestivo – algunas incluso regulan tu apetito. Las hormonas producidas en la mucosa del estómago y en el intestino delgado trabajan estimulando estos órganos y sus zumos digestivos.
Las tres hormonas responsables de la digestión de tu sándwich son gastrina, secretina y colecistoquinina (CCK).
- La gastrina le da al estómago la señal para producir ácido. También juega un papel importante en el crecimiento del estómago, el intestino delgado y el revestimiento del colon – el cual, como ya sabes, es necesario para absorber los nutrientes y excretar los zumos digestivos.
- La secretina se comunica con la mayoría de los órganos accesorios. En el páncreas, una llamada de la secretina causa la excreción de sus zumos digestivos. Cuando la secretina llama al estómago genera producción de pepsina, una enzima usada para digerir proteínas. Finalmente la secretina llama al hígado, el cual produce más bilis.
- La colecistoquinina (CCK) se comunica con los órganos pequeños: el páncreas y la vesícula biliar. Con la ayuda de esta hormona el páncreas crece y produce más enzimas. Una vez que la vesícula biliar escucha a la CCK, sabe que tiene que liberar toda la bilis que ha estado almacenando para el hígado.
Como hemos mencionado, unas pocas hormonas trabajan también para alentarte a empezar y parar de comer. La primera de ellas es la grelina, producida por el estómago y el intestino delgado cuando no hay comida en ellos. Así que cuando la grelina aumenta sus niveles tu apetito es estimulado.
El péptido YY, una hormona creada en el tracto gastrointestinal, trabaja de manera opuesta. Una vez has acabo el sándwich, es excretada para reprimir tu hambre.
Nervios
Los nervios están envueltos en la regulación del sistema digestivo.
Los nervios extrínsecos se centran en la parte inconsciente del cerebro y en la médula espinal, necesitando la ayuda de los químicos acetilcolina y adrenalina. La acetilcolina trabaja con las hormonas para animar al estómago y al páncreas a crear más zumos digestivos. Pero su principal función envuelve el movimiento de los órganos digestivos.
Una vez se libera por un nervio extrínseco, la acetilcolina causa contracciones musculares en los órganos y mueve la comida a través del tracto digestivo. La adrenalina, por su parte, relaja estos músculos cuando no hay comida en el sistema.
Los nervios intrínsecos se encuentran a lo largo de todo el tracto digestivo, desde el esófago hasta el colon. Estos nervios no reciben su señal desde el cerebro pero entran en acción cuando tu comida se extiende por las paredes de varios órganos digestivos huecos.
Dependiendo de la cantidad de extensión, estos nervios pueden liberar una cantidad abundante de substancias que puedan acelerar o ralentizar el proceso digestivo.
Absorción y transporte de nutrientes.
Ahora que tienes el mapa de carretera de tu sistema digestivo y cuentas con todos los accesorios, vamos a ver cómo funciona todo junto para darle a tu cuerpo los nutrientes necesarios.
Carbohidratos
¿Recuerdas el jamón y el queso del sándwich que seguimos antes?
El pan está hecho de carbohidratos, los cuales comienzan a descomponerse cuando tomas el primer mordisco. Ellos continúan descomponiéndose por los zumos digestivos del páncreas y del revestimiento del intestino delgado, siendo absorbidos en el intestino delgado, donde entran en el torrente sanguíneo.
El almidón del pan es descompuesto de la misma manera, pero con un paso extra. Su descomposición produce glucosa, la cual está almacenada en el hígado y te proporciona energía.
Proteínas
El jamón contiene moléculas de proteína que necesitas que sean digeridas – la proteína es la llave del jugador para construir y reparar sus tejidos corporales.
Las enzimas atacan primero estas moléculas en el estómago y después, en el intestino delgado, donde cuentan con la ayuda de otras enzimas, las del zumo pancreático y del revestimiento del intestino.
Estas pequeñas moléculas de proteínas se convierten en lo que conocemos como amino ácidos. Ahora son suficientemente pequeñas para ser absorbidas a través del intestino delgado y pasar a la sangre.
Vitaminas
Mientras nuestra comida es digerida, las vitaminas son absorbidas en el intestino delgado.
Hay dos tipos básicos de vitaminas en la comida que comemos: las solubles en agua y las solubles en grasa:
- Las vitaminas solubles agua (vitaminas B y C) son absorbidas fácilmente a través del agua en el intestino delgado, donde ellas después viajan a través del cuerpo por los vasos sanguíneos.
- Las vitaminas solubles en grasa (vitaminas A, D y K) son absorbidas como la grasa, mencionada arriba. Una vez absorbidas son almacenadas durante largos periodos de tiempo en las células llamadas lipocitos. Las vitaminas solubles en agua no permanecen en tu cuerpo durante mucho tiempo – cantidades extra de estas vitaminas son normalmente eliminadas en un viaje rápido al baño.
Principales problemas digestivos
Con todos estos pasos envueltos, pueden existir algunas dificultades a lo largo del trayecto digestivo. Muchos de los problemas siguientes pueden parecer relativos, pero aproximadamente 14 millones de personas terminan hospitalizadas cada año debido a ellos.
La lista completa es probablemente demasiado larga para que la gente mantenga la atención, así que discutiremos los problemas digestivos más comunes – empezando por el más alto.
Eructos
Todas las personas eructan como resultado del mismo factor: el aire. Si tomas bebidas con gas o tragas aire cuando comes, el aire se almacena en el estómago y después vuelve a tu esófago para ser expulsado a través de la boca. Tres de cada cuatro eructos son considerados normales después de la comida – más de eso podrías tener una condición médica, como una úlcera.
Vómitos
Vomitar es el esfuerzo de expulsar el contenido del estómago a través del esófago, normalmente propulsado por los músculos abdominales.
Una de las causas más comunes es por una bacteria extranjera establecida en tu comida. Cuando esas bacterias irritan el sistema gastrointestinal, una señal es enviada al cerebro y comienzas a vomitar.
Las infecciones víricas del estómago no son las mejores – pueden causar vómitos durante días hasta que el virus sale del cuerpo.
Otra causa puede ser una reacción alérgica a la comida, como la intolerancia a la lactosa. Si la comida no es el problema tendrías que ver si comes en exceso, ya que es otra causa común de este problema.
Reflujo Gastroesofágico
Los síntomas de esta enfermedad digestiva crónica han sido vistos en cerca de 22 millones de americanos y causa más de 700.000 hospitalizaciones cada año.
La gente que sufre esta enfermedad tiene una válvula esofágica vaga, la válvula que conecta el estómago y el esófago. La válvula vaga permite que los ácidos del estómago vuelvan al esófago y suban hacia la boca.
La presencia de este ácido tiene como resultado una sensación de quemazón en el medio del pecho, conocido como acidez.
Úlceras pépticas
Una úlcera péptica es un agujero en el recubrimiento del estómago o en la primera parte del intestino delgado.
Se pensó que era debida al estrés, ahora se conoce que es causada por la invasión de la bacteria “Helicobacter pylori” o de determinados medicamentos, como drogas anti-inflamatorias.
Estos culpables logran debilitar la mucosa protectora del estómago y permitir que los ácidos la atraviesen.
Virus estomacal
No es casualidad que una enfermedad que incluya calambres, dolor abdominal, diarrea y vómitos sea conocida como “virus”.
Esto es porque la mayoría de las infecciones gastrointestinales son causadas por una bacteria desconocida, virus o parásitos. Los nombres de estos pequeños gérmenes dependen de donde tú vivas, pero los más comunes son la salmonela, la shigelosis, las bacterias coli y el parásito guardia.
Intolerancia a la lactosa
La intolerancia a la lactosa afecta a 50 millones de americanos, siendo la incapacidad de digerir la cantidad de azúcar de la leche.
Si tú eres intolerante a la lactosa tu sistema digestivo no produce suficiente enzima lactasa, el cual es encontrado en el intestino delgado. Por esto no puede descomponer la leche y el cuerpo no puede digerirla. Puedes tener náuseas, calambres, gases o diarrea, normalmente entre 30 minutos y 2 horas después de la ingesta diaria del producto.
Hemos cubierto la garganta, el estómago, e incluso un poco del intestino delgado. Pero un montón de problemas suceden debajo del estómago también. Hablaremos de los problemas digestivos más comunes debajo del cinturón a continuación.
Desórdenes digestivos comunes
Vamos a explorar los problemas que podrías encontrarte después de que tu comida atraviese el estómago y llegue a los intestinos. Estos órganos amplios pueden contener muchas enfermedades, pero otra vez, veremos las más comunes.
Enfermedad inflamatoria del intestino
Hay dos tipos, una inflamación crónica de los intestinos: colitis ulcerosa y la enfermedad de Crohn. Algunas condiciones debilitan al organismo afectando a más de 600.000 americanos cada año.
Ambas enfermedades crean úlceras en los intestinos generando calambres abdominales, diarrea, hemorragia intestinal y pérdida de peso. La enfermedad de Crohn generalmente afecta a los dos intestinos, y la colitis ulcerosa normalmente al intestino delgado, concretamente al recto.
Síndrome del intestino irritable
No hay daño visible como en las úlceras o en los tumores, pero los intestinos están causando problemas. La gente con este síndrome puede tener episodios de dolores abdominales, hinchazón, estreñimiento y diarrea.
Muchas veces estos síntomas son desencadenados por factores como el estrés, cambios hormonales e incluso por antibióticos. La causa exacta es desconocida, pero la principal teoría dice que es un problema entre las señales del cerebro y las de los intestinos.
Enfermedad celíaca
Tu sistema inmunitario está dañado – el sistema digestivo se daña cuando comes gluten, una proteína encontrada en el trigo, en el centeno, en la cebada y en muchas comidas hechas con estos productos.
La gente con enfermedad celíaca no puede digerir fácilmente nutrientes del gluten ya que le causan diarrea, hinchazón abdominal y agotamiento. Pero pueden evitar estos problemas si mantienen una dieta libre de gluten.
Tenias
Las tenias no son tan comunes como otros problemas digestivos, pero vale la pena mencionar su factor. Los huevos de tenías o las larvas entran en tu sistema digestivo a través de comida contaminada. Una vez está establecidas en tus intestinos comienzan a robar nutrientes como la vitamina B12.
Extrañamente, la mayoría de la gente no experimentará ningún síntoma. Pero si se mantienen en nuestro interior el tiempo suficiente puedes sufrir desnutrición, debilidad, náuseas, dolor abdominal, diarrea y pérdida de peso.
El mayor peligro viene cuando las tenias deciden moverse a otras partes del cuerpo como los pulmones o el hígado. Forman quistes que pueden causar problemas mucho más serios.
Flatulencia
Sabemos que todo el mundo tiene flatulencias, pero no sabemos por qué y cuánto. Los gases como el hidrógeno, el dióxido de carbono y el metano son producidos durante la descomposición de la comida en el intestino delgado.
Cuando se detecta exceso de gas en el recto, una señal es enviada al cerebro, el cual comprueba si es un buen momento para ser liberado. Si tiene una oportunidad la válvula se relaja, el recto se contrae y el gas es expulsado.
Cada persona produce como promedio 3 pintas de gas por día y serán expulsadas de 10 a 25 veces al día. Si sucede más a menudo, podrías tener un problema digestivo como intolerancia a la lactosa.
Estreñimiento
El estreñimiento es definido como la dificultad o infrecuencia de los movimientos del intestino. El término “infrecuencia” puede variar – de 3 veces al día a 3 veces a la semana es considerado normal.
La línea de fondo es: si tus heces pasan sin problemas y son de una consistencia normal, no estás estreñido.
Esta condición molesta es causada por los movimientos lentos del intestino delgado. Cuando las heces permanecen mucho tiempo necesitan de más agua para ser movidas, complicando la tarea.
Mientras que un estreñimiento ocasional no es un problema, el crónico sí ya que puede producir dolorosas hemorroides o fisuras.
Diarrea
La diarrea sucede cuando las contracciones musculares generan que los intestinos de una persona se muevan muy rápido, y el intestino no tenga tiempo para absorber el agua de los residuos antes de expulsarlos del cuerpo.
Una inflamación intestinal puede causar diarrea aunque hay diferentes causas como el estrés, por lo que es común que la mayoría de los americanos sufran sobre cuatro ataques de esta problemática al año.
En la boca el alimento se mezcla con la saliva segregada por las glándulas salivares y pasa al esófago mediante la deglución. Una vez en el esófago los músculos de las paredes se contraen involuntariamente para ir deshaciendo el alimento.
Al llegar al estómago el alimento se mezcla con los ácidos estomacales convirtiéndose en una pasta licuada denominada quimo. El quimo pasa del estómago al duodeno, primera parte del intestino delgado, en donde se transforma en una substancia denominada quilo.
Las vellosidades del intestino delgado se encargan de absorber los nutrientes y el agua del alimento ayudadas por substancias provenientes del páncreas, zumo pancreático, y del hígado, la bilis. Una vez absorbidas estas substancias por las paredes del intestino delgado pasan al torrente sanguíneo para ser distribuidas por todo el cuerpo.
Posteriormente se inicia el camino por el intestino grueso en donde se absorben los últimos fluidos y la fibra antes de que el residuo sea expulsado a través del ano.
Los problemas estomacales principales sufridos por la población son: eructos, vómitos, reflujo gastroesofágico, úlceras pépticas, virus estomacales e intolerancia a la lactosa.
Por su parte, los principales problemas sufridos en el tracto intestinal son: inflamación, irritación, enfermedad celíaca, tenias, flatulencia, estreñimiento y diarrea.
Pablo Ulman dice
Excelente explicación de la función de cada Órgano del Sistema Digestivo, muy fácil de entender y de comprender. Conceptos muy didácticos.