Cómo comprar una buena televisión: la guía máxima

La compra de una televisión siempre es algo para pensarse, y algo que no tendría por qué ser confuso. LCD, Plasma, OLED, o LED, la lista de acrónimos podría parecer abrumadora. ¿Cuál es la mejor opción de acuerdo a tus necesidades? Esta guía está hecha para ayudarte a tomar la mejor decisión.

1. Las opciones: Plasma, LED, LCD y OLED

Las televisiones de plasma fueron en su momento la mejor opción para la mayoría de los hogares. Perfecta para los lugares no demasiado iluminados, con excelente contraste y un buen ángulo de visión. De hecho, hasta apenas el 2013 las televisiones planas de plasma fueron de las más vendidas.

No obstante, cuando las pulgadas comenzaron a escalar y las televisiones se hicieron más y más grandes, los televisores de plasma –que se calentaban demasiado- dieron paso a las tecnologías LED y LCD. Panasonic y LG han abandonado su fabricación para enfocarse en las pantallas LED. Samsung también se unirá a la apuesta, y cesará la producción de televisiones de plasma próximamente.

Es importante señalar que aunque LDC –siglas en inglés para Pantalla de Cristal Líquido- y LED –Diodo Emisor de Luz- utilizan ambos paneles LCD, las únicas televisores que emanan luz propia son las de LED, compuestas por millones de pequeñas bombillas que se prenden para formar la imagen. Los televisores LCD requieren retroiluminación adicional, lo que repercute en el contraste final de la imagen.

Las pantallas OLED, -siglas para Diodo Emisor de Luz Orgánica- en el último extremo, utilizan una nueva tecnología que ofrece una calidad de imagen extraordinaria, pero también extremadamente cara para la mayoría de los bolsillos. Aun cuando según algunos medios la mejor pantalla del 2014 es de tecnología OLED –La LG 55EC9300-, la mayoría de las mejores opciones en la actualidad corresponden a televisiones de tecnología LED.

En estos momentos, la resolución 1080p –de 1,920 por 1,080 píxeles-, es la opción más sensata a considerar en una televisión. Las pantallas con resolución 480p han quedado en el pasado, y las de 720p pueden servir aún para la visualización de DVDs y canales de televisión que no ofrezcan contenido en Full HD. Son las pantallas 1080p las que permiten ver películas Blue Ray en su máximo esplendor, así como canales de televisión en gran definición.

Las pantallas 4K, incipientes aún en la oferta de televisiones, ofrecen una resolución cuatro veces mayor a la del Full HD, gracias a su tamaño de pantalla de 4,096 por 2160 píxeles. Sin embargo, sus precios pueden llegar a sobrepasar los 6 mil dólares; y aún no hay suficiente contenido disponible para aprovecharlas. Algunas series en Netflix se han comenzado a emitir en 4K, igual que algún contenido de YouTube y Amazon Instant Video, pero no justifican por completo la inversión.

El tamaño de la pantalla que deberías comprar también depende del tamaño del que dispongas en tu casa. ¿Quieres una televisión para tu sala de estar o para una recámara? Pantallas de entre 46 a 50 pulgadas son ideales para la sala, mientras que opciones de entre 26 y 32 pulgadas son más adecuadas para habitaciones, cocinas y oficinas.

3. Conexiones y otras especificaciones

En un mundo donde la multipantalla se hace presente, es muy probable que tu televisión vaya a servir para otros fines: ver las fotografías de tu smartphone sobre tus últimas vacaciones, servir de monitor para tu computadora en ocasiones especiales, jugar videojuegos y conectarse a un reproductor de discos DVD y Blue Ray.

Verifica que tu próxima televisión tenga los puertos que necesitas.

Por eso, debes verificar que tu próxima televisión tenga al menos tres o cuatro puertos HDMI –y no te preocupes, todos los cables HDMI son iguales, pese a las “distinciones” que algunas marcas quieran dar a sus productos-; además de algún puerto USB y posiblemente un HDMI 2.0 que soporte contenido 4K cuando haya más opciones disponibles. Claro, los puertos de audio y video tradicionales son obligados para conectar aparatos como Home Theater a tu flamante pantalla.

Respecto a la velocidad de actualización o refresh rate de la pantalla, igual que al ratio de contraste o contrast rate, te tenemos una noticia: puedes ignorar estas especificaciones con confianza. La velocidad de actualización de la pantalla –que puede ir de los 60Hz hasta los 240 o incluso 600Hz-, en teoría marca que entre mayor sea la cantidad de Hz, la imagen será más nítida y definida incluso en imágenes veloces o de acción.

Sin embargo, este parámetro es en cierto modo subjetivo frente a otras prestaciones de la televisión, y las distintas marcas incorporan tecnologías variadas para mejorar la nitidez de la imagen aún en escenas de mucha velocidad.

La Samsung UN65HU8550 es una pantalla LED lanzada en 2014 que fue elogiada por la crítica.

De igual manera, el ratio de contraste, -la diferencia entre el negro más oscuro y el blanco más brillante que la televisión puede ofrecer-, es otro parámetro que se queda lejos de la objetividad. Cada marca ofrece medidas distintas, y cada tipo de pantalla –LCD, plasma, LED u OLED- tiene diferentes valores de contraste.

4. Extras: 3D, web apps y más

La opción de poder disfrutar la televisión en tercera dimensión es relativamente nueva. Existen pantallas como la Sony KDL-6040850B o la Sharp LC-60SQ15U que tienen esta capacidad, pero en la práctica el 3D no es algo que sea muy aprovechado ni por los dueños de los televisores ni por las compañías, que ofrecen poco contenido en 3D. Sin embargo, televisores como el Hisense 40H4 Roku disponen de 3D por un precio que ronda los 350 dólares, bastante atractivo.

Muchas televisiones ofrecen aplicaciones web como Netflix o Facebook.

Muchas de las marcas de pantallas ofrecen aplicaciones web en sus televisores, como Netflix, Hulu o YouTube, así como acceso a Facebook y Twitter o la posibilidad de descargar minijuegos. Todo esto suena muy bien, pero no es vital en una televisión. Tu reproductor de Blue Ray, tu consola de videojuegos o tu hub de streaming te ofrecen lo mismo sin que tengas que desembolsar dólares de más en tu televisor.

Respecto al control remoto, aditamento indispensable en toda televisión, te recomendamos no dejarte llevar por la impresión: es mejor un control clásico de botones que uno moderno con touchpad o similares que pueda verse genial, pero que no sea práctico para manejar en situaciones con poca iluminación.