Para cuidar la salud cerebral, debemos comprender que una vida saludable es la clave para un flujo sanguíneo adecuado que nos ayudará a vivir una vida más larga. Muchos estudios apuntan que lo que es bueno para el corazón también lo es para un cerebro sano. De esa forma, se reduce el riesgo de padecer enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.
La salud del cerebro permite realizar acciones planificadas y conexiones emocionales que influyen en el progreso de la vida diaria no sólo de los individuos, sino también de las familias y de la sociedad en general. A continuación, descubre las claves para mantener el cerebro sano:
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Realizar una dieta equilibrada para mejorar nuestra salud cerebral
Cada vez son más los expertos que recomiendan adoptar una alimentación balanceada, como es el caso de la dieta mediterránea. Este modelo de nutrición está basado en la cocina tradicional de países ribereños del mar Meditarráneo. Si bien no existe una definición única, normalmente es una dieta basada en vegetales, frutas, granos, frijoles, semillas y aceite de oliva.
Por otro lado, una buena dieta consiste en descansar adecuadamente, hacer ejercicio y mantener relaciones sociales saludables que contribuyan a prevenir enfermedades crónicas y mantener la calidad de vida. Además, el consumo de determinados nutrientes resulta esencial para mantener un buen estado cognitivo.
El objetivo de estos nutrientes es ser una fuente de energía para su correcto funcionamiento. Es el caso de la vitamina K2 que asciende la función neuronal del cerebro y previene enfermedades del corazón. Asimismo, diversos estudios han demostrado que las vitaminas B6 y B12 ayudan a prevenir el declive mental y la demencia. Esto es un aspecto clave, ya que la deficiencia de este tipo de nutrientes puede producir irregularidades en las diferentes etapas de su desarrollo, así como enfermedades como el Parkinson o Esclerosis Múltiple.
Constante actividad intelectual
Para resistir enfermedades como el Alzheimer, una alta reserva cognitiva puede ser la aliada para mantener el cerebro sano. Para ello, es importante estimular la mente con actividades que supongan retos creativos. En ese sentido, los crucigramas y los juegos de mesa son muy recomendables, ya que requieren habilidades de cálculo y capacidad de previsión.
La lectura, asimismo, es la gimnasia mental que estimula el cerebro, modificando los circuitos neuronales. Llevar a cabo actividades de prevención, como el fomento de la lectura, previene la pérdida de la memoria y permite retrasar la aparición de enfermedades neurodegenerativas.
Abandonar el tabaco
Eliminar de nuestra rutina el tabaco es recomendable para prevenir enfermedades neurodegenerativas, pulmonares y cardiacas y, por ende, mejorar nuestra salud celebral. Múltiples estudios han establecido al tabaco como factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades cerebrovasculares, calculando que el riesgo global del accidente vascular cerebral incrementa en 50 % en fumadores.
Fumar acelera el envejecimiento del cerebro, generando que la capacidad para tomar decisiones y resolver problemas sea tardía. Según un estudio de investigadores de la Universidad de Edimburgo (Reino Unido), la corteza cerebral de un grupo de fumadores perdió parte de su grosor a un ritmo mayor que las personas que no consumieron tabaco en toda su vida.
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