La enfermedad de Parkinson es la segunda condición neurodegenerativa más prevalente en Australia, con un estimado de 7.000 australianos que sufren de esta enfermedad. Por su compleja naturaleza debilitante, el Parkinson es una gran carga para los que lo sufren y es costoso para la sociedad.
Los síntomas motores clave incluyen temblores, rigidez, lentitud o pérdida de movimientos espontáneos, y un mal balance y coordinación. Los síntomas no-motores igualmente pueden ser debilitantes e incluyen la demencia, la constipación, el dolor, alteración del sueño, mareos cuando estas de pie, y disfunción sexual. No todas las personas con Parkinson experimentaran todos estos síntomas; hay una variabilidad considerable en la severidad de los síntomas entre los pacientes, amplitud de los síntomas, velocidad de decadencia, y la sensibilidad a la terapia.
Existen algunas causas conocidas del Parkinson, pero estas son la excepción. Las causas fundamentales del Parkinson esporádico son desconocidas e influenciadas por varios factores de riesgo – molecular, genético, comportamental y ambiental.
Tabla de Contenidos
Factores de riesgo conocidos
Envejecimiento
[no_toc]Es como que envejecer aumenta la vulnerabilidad del cerebro a la degeneración que se puede ver en el Parkinson. Procesos fundamentales de la célula, como la actividad mitocondrial (producción de energía) y la degradación de proteína, la fatiga, han sido identificados como factores involucrados en la muerte celular llevando a la percepción de los síntomas.
El hierro también se acumula en el cerebro mientras envejeces, y especialmente en las personas con Parkinson. Mucho hierro puede causar la muerte celular por el estrés oxidativo – una reacción química de tipo corrosivo. De hecho, causas genéticas raras de la elevación del hierro en el cerebro a menudo se presentan como Parkinson.
La genética
Aproximadamente el 15% de los individuos con Parkinson tienen un historial familiar de la enfermedad, el cual es uno de los factores de riesgo más grandes. Para la mayoría de los casos, sin embargo, la contribución genética es compleja. Las mutaciones familiares pueden causar Parkinson y representa cerca del 5% de los casos.
Hay 18 ubicaciones del gen cromosómico que han sido denominados “PARK” por su relación con el Parkinson. Sin embargo, las mutaciones en solo seis genes han sido mostradas inequívocamente para causar la enfermedad. Los científicos aún están tratando de determinar las funciones de estos genes y cómo interactúan en estado normal comparado a cómo interactúan en la enfermedad.
Las variantes en otros genes han mostrado incrementar el riesgo de Parkinson, igual no todos con estas variantes desarrollan el Parkinson. Esto muestra la complejidad genética y las interacciones medioambientales en las que se fundamente la enfermedad.
Las toxinas
En 1983, un grupo de usuarios inyectaron drogas contaminadas con MPTP (1-metil-4-fenil-1,2,3,6-tetrahidropiridina), lo que resulta en el desarrollo de los síntomas del Parkinson. El MPTP es un compuesto químico sintético con una estructura química similar al paraquat.
El paraquat y especialmente el MPTP son usados rutinariamente en laboratorios para inducir Parkinson a los roedores. La rotenona es un pesticida orgánico que también causa neurodegeneración Parkinsoniana en los roedores. La exposición a los pesticidas, especialmente el paraquat y la rotenona, han sido asociadas repetidamente con el incremento en el riesgo de Parkinson en estudios alrededor del mundo.
El paraquat es un herbicida muy usado, por otro lado el uso de la rotenona ha disminuido significantemente en todo el mundo. Las prácticas agrícolas han cambiado dramáticamente por muchos años. Es posible que el incremento en el riesgo de Parkinson asociados con estos pesticidas refleje el uso de estos y otros químicos en un momento cuando fueron manejados de forma menos segura.
Los metales
El manganismo es una condición con síntomas semejantes a los del Parkinson y es causado por una exposición crónica al manganeso. Experimentos en animales han mostrado que la exposición a metales en la infancia está asociada con una neurodegeneración Parkinsoniana más tarde en la vida. La evidencia epidemiológica a la exposición al hierro y metales pesados es inconclusa.
Factores de riesgo que se sospechan
Trauma en la cabeza
Estudios epidemiológicos que asocian lesiones en la cabeza con el desarrollo del Parkinson han sido inconsistentes. La naturaleza de los traumas en la cabeza parece tener relevancia. Las lesiones que causan concusión o pérdida de conciencia han estado relacionadas más fuertemente con la enfermedad de Parkinson.
Factores de protección
Algunos estudios han indicado que antioxidantes, vitaminas y fumar pueden tener un pequeño efecto de protección contra el desarrollo del Parkinson. El consumo de cafeína ha sido asociado consistentemente con una disminución en el riesgo de Parkinson, particularmente para los hombres, y se reporta una baja incidencia del Parkinson por las personas que alguna vez han fumado cigarros.
La mayoría de los estudios hasta ahora han sido estudios de control o encuestas, los cuales no pueden determinar las causas. Se requieren estudios epidemiológicos más robustos para investigar de una mejor manera las causas del Parkinson.
Los desafíos principales del estudio son la falta de marcadores claros de la enfermedad, carencia de pruebas de diagnósticos, y el ataque tardío de la enfermedad. Para estudiar el Parkinson se requieren de un compromiso por parte de los miembros de la comunidad, investigadores, del sector de salud, del gobierno y otras agencias de financiamiento.
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