Todos los pediatras en el mundo coinciden en que la leche materna es el mejor alimento que puede recibir un recién nacido, al menos hasta sus seis meses de vida. La lactancia, además de para el hijo, es una forma natural para la recuperación de la madre tras el parto.
No obstante, no todo es de color de rosa porque el proceso puede acarrear una serie de problemas, de ahí que muchas madres en el mundo opten por otras fórmulas como la lecha en polvo para las primeras alimentaciones de sus hijos.
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Beneficios de la lactancia
Pero, empezando por los beneficios de la lactancia, decir en primer lugar que es una alimentación sana y gratuita. Aun así, la cuestión económica no es lo más importante de esto, sino más bien el componente de salud y emocional que entraña. Respecto a este último, es cierto que dar de mamar a un bebé simboliza un vínculo como ninguno. Es el primer acto de protección que siente una persona cuando llega a la vida y por ello, para la madre es una sensación única e irrepetible. Si se quiere, es comparable al instinto de protección que tienen los animales con sus crías recién nacidas.
Desde el espectro de la salud, la ciencia dice que la leche materna es el alimento más completo y necesario que un bebé puede recibir. Gracias a la lactancia, los recién nacidos empiezan su desarrollo inmunitario. Y es que esta leche salida de las mamas de la madre previene de enfermedades a los bebés. Son, por tanto, defensas que adquiere el organismo para las típicas enfermedades como la bronquiolitis, el catarro común, asma, alergias y un largo etcétera.
Lactancia que protege del Covid-19
Otras de las enfermedades que puede ayudar a prevenir la lactancia es la del Covid-19. Aunque todavía no se ha publicado en revistas científicas, el estudio MilkCorona, liderado por investigadoras españolas, apunta a que las mujeres que tengan anticuerpos frente al SARS-CoV-2, sea por infección o por la administración de la vacuna, puede transmitir inmunidad a los bebés gracias a la lactancia.
Una de las investigadoras, en base a la obtención de los resultados preliminares del estudio, recomienda la lactancia materna de forma sistemática en todos los casos en los que la madre tenga poca o nula sintomatología.
El estudio llega en un momento clave en el mundo y se podría enmarcar en la Semana Mundial de la Lactancia 2021, la cual empieza en agosto para la mayor parte del planeta y este año se centrará en la contribución de la lactancia a la supervivencia, la salud y el bienestar de todos. Las asociaciones y federaciones sobre ello lanzarán el mensaje de la necesaria protección de la lactancia en todo el mundo. Será un mensaje para la sociedad y para las autoridades, a las se les insta a diseñar un enfoque claro para la salud pública para reconstruir mejores sistemas en situaciones normales y de crisis.
Recomendaciones para dar el pecho
Comentadas las cuestiones esenciales y las más actuales sobre la lactancia, damos a conocer en forma de guía los mejores métodos para que la lactancia no sea un problema para las madres.
Para empezar, siempre es recomendable dar pecho al niño en los primeros momentos de su vida. Aunque el bebé no esté interesado en comer, es muy bueno lo que los especialistas médicos el “piel con piel”. Además de sentirse protegidos, es el primer gran vínculo que tienen los recién nacidos con sus madres.
Y ahora sí, para dar el pecho no hay ninguna obligación siempre y cuando el niño no tenga problema en agarrar, ni sufra dolores la madre. Por tanto, la regla número uno es que tanto bebé como madre estén cómodos desde el comienzo. En base a esta premisa, la recomendación de los expertos es colocar la cabeza y el cuerpo del niño en línea recta, con la cara mirando al pecho y su nariz cercana pezón.
Casi por arte de magia o más bien por instinto, el niño empezará a agarra el pezón con la boca y después empezará a succionar de forma natural. El proceso puede activarse con una serie de estímulos de la madre como un pequeño roce de labios con el pezón, por ejemplo. Lo cierto es que no hay nada escrito y cada ejemplo puede ser distinto. Hay madres que afirman que un pequeño y suave pellizquito en el pie de su bebé le animaba al agarre mucho más rápido.
Frecuencia
Otra de las dudas que tienen las madres, especialmente las primerizas, es sobre la frecuencia de las tomas. El sentir general de los pediatras y matronas es que se debe dar de mamar al bebé “a demanda”, es decir, cuando él quiera. Lo importante, sobre todo al inicio, es no tener ideas fijas y ser flexible.
Es normal que un niño se duerma cuando toma un pecho. En la siguiente ocasión, cuando veamos que puede tener hambre, se le ofrece el otro pecho y listo. Cuando bebé y progenitora se vayan acostumbrando el proceso será más rápido y efectivo. Sobre todo el inicio de la vida, madre e hijo aprenden a conocerse mutuamente. En ocasiones, el aprendizaje puede durar semanas o meses, pero todo llega.
Problemas comunes que suelen interrumpir la lactancia
Cada caso es único. Hay madres que no han conseguido ser lactantes y otras que parece que han nacido para ello. En medio de ellas, hay otras que han sufrido problemas que sido el detonante para el abandono de la lactancia. Estos son los problemas más recurrentes al respecto de las mujeres lactantes.
Mastitis
Es una inflamación en el pecho que puede desarrollar una infección. Es doloroso para las mujeres pues las que lo sufren tienen dolores en las mamas, enrojecimiento y con posible aparición de fiebre. Se trata con antibióticos y analgésicos y la propia lactancia ayuda a eliminar la infección.
Pezones agrietados
Esta otra situación puede tratarse con ciertos hábitos y utensilios ideados para ello. Además de cremas y jabones, se recomienda utilizar pezonera de abeja o un protector recoge leches para mantener esta zona libre de roces.
Pezones invertidos
No es un problema muy grave y tiene fácil solución. Solo se necesita un pequeño estímulo en los pezones antes de cada toma.
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