Lo más atractivo en el rostro de una mujer no es lo que piensas
Sabemos que las mujeres se intentan adornar con maquillaje y joyas (las que pueden, ¿no?), pero un estudio reciente dice que este quizás no sea el deseo de un hombre. Para el estudio, que se publicó hace poco, Los investigadores pidieron la opinión de los hombres en la calle acerca del rostro de mujeres al azar, y encontró una preferencia significante por los rostros más simples – un rasgo que el equipo cree que puede estar relacionado a la tendencia de nuestro cerebro de gravitar hacia estímulos simples.
Para el estudio, liderado por el Dr. Julien Renoult del Centro Nacional de Investigaciones Científicas en Paris, los investigadores querían entender mejor cuales son los rasgos que los hombres toman en cuenta al juzgar el atractivo del rostro de una mujer. Entre el 2010 y el 2011, hicieron uso de anuncios y redes sociales por toda Francia para reclutar 168 mujeres blancas entre las edades de 18 y 26 años de edad. Los rostros de las mujeres fueron fotografiados y editados para hacer que las cabezas tengan el mismo tamaño. El fondo de las fotos lo pusieron negro, y el cabello y cuello de las mujeres los pusieron borrosos.
El equipo buscó a 169 hombres blancos de varios lugares públicos en Montpellier, Francia para evaluar los rostros de las mujeres. Hicieron sentar a los voluntarios en una silla y se les pidió que usaran un cursos para evaluar el nivel de belleza de cada mujer, donde cero significa muy poca atracción y 20 es la mayor calificación. En el segundo experimento, los investigadores crearon un programa de computadora para mostrar las imágenes en pares al azar a 156 hombres. Por cada par, los hombres tenían que escoger el rostro que encontraran más lindo.
Usando la información proveniente de los dos experimentos, el equipo creó un algoritmo para filtrar los rasgos faciales que los hombres encontraron más atractivos. El algoritmo se basaba en rasgos conocidos como “escasos” en su evaluación de belleza, y encontró una fuerte asociación entre las dos.
“Un rostro escaso es un rostro que esta codificado eficientemente en el cerebro – eso es, usando solo unas pocas neuronas. En otras palabras, son fáciles de procesar en el cerebro,” explicó Renoult. “Los rostros escasos generalmente son simples, con una piel con textura suave, pocas arrugas, y líneas de contorno suaves.
Los resultados revelaron que los hombres consideraban más atractivos los rostros más simples. Renoult y su equipo creen que esta preferencia no solo se aplica a nuestras percepciones de belleza. Dijeron que puede ser resultado de la inclinación del cerebro humano de preferir estímulos que son más fáciles y rápidos de procesar, exactamente como lo hace con los paisajes y las formas geométricas abstractas simples.
El estudio además puede desafiar nuestro actual entendimiento de la atracción humana. Hoy en día, los científicos más revolucionarios proponen que nuestra idea de belleza, y quien escogemos como nuestra pareja, está influenciado por quienes creemos que tienen las mejores características para transmitir – apoyando la selección natural.
Por ejemplo, los rostros simétricos pueden ser señal de un desarrollo estable, los rostros juveniles son señal de fertilidad. Pero de acuerdo a Charles Darwin, creador de la teoría de la evolución, la idea de belleza no es un concepto que evolucionó a través de la selección natural; existe por puras razones estéticas.
Renoult dijo que su trabajo puede ayudar a resaltar la necesidad de un mejor entendimiento de porque percibimos ciertos rasgos como hermosos, como evoluciona esta percepción, y el rol que juega en la selección sexual. “Encontramos que la ‘escases’ puede explicar entre el 10% y 15% de la variación en la belleza, lo que da lugar a factores individuales, biológicos, y culturales.”
Por ejemplo, los rostros simétricos pueden ser señal de un desarrollo estable, los rostros juveniles son señal de fertilidad. Pero de acuerdo a Charles Darwin, creador de la teoría de la evolución, la idea de belleza no es un concepto que evolucionó a través de la selección natural; existe por puras razones estéticas.
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