La mayoria de las personas se agradan con desarrollar amnesia digital, olvidando lo que sea que nuestros dispositivos nos puedan recordar.
Muchos de nosotros nos sentimos felices que cualquier dispositivo electrónico que tengamos nos puede recordar las cosas más eficientemente. Esta “amnesia digital” es igual es mujeres y hombres de todos los grupos de edades. Mientras muchos ven esto como trágico, otros creen que puede aclarar el camino a una vida más creativa.
Un estudio realizado en el 2011 indica que nuestras memorias no se parecen a la de nuestros abuelos, ya que nosotros interactuamos con teléfonos inteligentes (smartphones) y computadoras. El líder de la investigación de la Universidad de Columbia dice que, cuando sabemos que podemos necesitar alguna información en el futuro, tendemos a recordar donde podemos encontrarla, en lugar de recordar la propia información. Llamaron a este fenómeno el “efecto Google”. Los investigadores concluyeron, “El internet se ha vuelto una forma importante de memoria externa o transactiva, donde la memoria está almacenada fuera de nosotros.”
Para explorar un poco más acerca de este fenómeno, el laboratorio de Kaspersky, una compañía de seguridad informática, comisionó a investigadores para encuestar a 6.000 europeos comprendidos entre las edades de 16 años hasta la adultez. Exactamente la mitad fueron hombres y la otra mitad mujeres.
Durante muchos años, el reporte resultante hace eco del estudio del uso de internet y la memoria. Una tercera parte de los participantes buscarían en internet cuando son preguntados antes de siquiera intentar recordar la respuesta por ellos mismos. Y cerca de la cuarta parte olvidaría algo que vieron en internet justo después de usarlo. (¿Te suena familiar?) los investigadores además descubrieron que la amnesia digital no es la “preserva de los nativos digitales jóvenes” – grupos con edades más avanzadas también sufren de esto.
Seguiría entonces que, perder información en un dispositivo digital causaría angustia: el 44% de las mujeres y el 40% de los encuestados entre 16 y 24 años dicen que se pondrían tristes si la información estuviese corrompida o comprometida. Y peor, una de cada cuatro mujeres y un poco más de las tercera parte de los participantes más jóvenes dicen que se asustarían ya que sus teléfonos son el único lugar donde almacenan informaciones de contactos y fotos.
“La dependencia de dispositivos digitales, y la confianza que ponemos en ellos, se puede asemejar a las relaciones humanas. Los sentimos se establecen de la misma manera,” escribe la Dra. Kathryn Mills, una neurocientífica de la Universidad de Londres.
A pesar de la alta confiabilidad de los electrónicos, los investigadores encontraron que solo una de cada tres personas instalan seguridad extra en sus teléfonos y menos de la cuarta parta agregan seguridad a sus tablets.”
“Se puede decir que la tendencia de buscar información antes de siquiera tratar de recordar previene el crecimiento de una memoria a largo plazo, el cual nos hace procesar información apenas superficial, de momento a momento,” afirma en un reporte la Dra. Maria Wimber, psicóloga de la Universidad de Birmingham.
Pero en otro estudio realizado en el 2014, sugiere que pensar y olvidar están intrínsecamente enlazados: cuando intentas pensar nuevas ideas parece que causa que olvides tus ideas más viejas. Y aquellos, con la memoria más mala para los conceptos más viejos tenían el número más alto de ideas frescas.
“Olvidar puede servir al propósito de permitirle a las personas de pensar de forma creativa,” concluyeron los autores. Aunque las nuevas ideas nacen a menudo de las viejas, quizás la amnesia puede liberarnos.
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