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¿Qué es la sangre?
La sangre es, básicamente, un tipo de tejido conectivo que se encuentra en estado fluido dentro del cuerpo humano. Está hecha de plasma, un líquido altamente viscoso que contiene 3 tipos de células sanguíneas diferentes. Casi el 92% del plasma es agua, mientras que el resto está formado por enzimas, hormonas, anticuerpos, nutrientes, gases, sales, proteínas y metabolitos de varios tipos.
Además del plasma, los constituyentes celulares de la sangre son plaquetas, células sanguíneas rojas y blancas. ¿Cuáles son las funciones de la sangre? ¿Cuál es la función de cada uno de estos componentes?
Funciones de la sangre
Transporte
La sangre es la principal responsable del transporte de nutrientes y materiales importantes a lo largo de nuestro cuerpo. En primer lugar la sangre toma el oxígeno procesado por los pulmones para transportarlo a todas las células del cuerpo y después, recoge el dióxido de carbono de todos los tejidos y células y lo devuelve a los pulmones.
La sangre también actúa transportando los nutrientes y la glucosa, ambos generados por los órganos involucrados en el sistema digestivo, a otras partes del cuerpo, incluyendo el hígado. Además de estar involucrada en estas tareas, la sangre también ayuda al transporte de las hormonas producidas en las glándulas del sistema endocrino.
Protección
La sangre tiene la importante tarea de proteger al cuerpo del trato de las infecciones y las enfermedades causadas por las bacterias. Las células blancas de la sangre son responsables de salvaguardar a los diferentes órganos del cuerpo, produciendo anticuerpos y proteínas capaces de luchar y matar a los gérmenes y virus que puedan causar serios daños en las células corporales.
Regulación
La sangre también es un regulador de muchos factores del cuerpo. Supervisa la temperatura del cuerpo y la mantiene a un nivel que es tolerado con facilidad. Es responsable de controlar la concentración de iones de hidrógeno en el cuerpo, conocido como el equilibrio pH. La administración de los niveles de agua y sal requeridos por cada célula del cuerpo también se encuentran bajo los deberes de regulación de la sangre. Además, se encarga de regular la presión sanguínea, restringiéndola bajo un rango normal.
Componentes sanguíneos y sus componentes
Plasma
El plasma es el componente de la sangre más abundante. Tiene un gran número de funciones; entre ellas el transporte de la glucosa, nutriente más importante de cada célula debido a que ayuda a producir energía. Otros nutrientes que transporta: las vitaminas, el colesterol, los amino ácidos, triglicéridos y ácidos grasos. Todos estos nutrientes fluyen por el plasma desde y hacia cada célula presente en el cuerpo.
El plasma también es el responsable del transporte de las hormonas cortisol y tiroxina, que se adhieren a las proteínas del plasma y son llevadas a todas las partes del cuerpo. Otra de las tareas del plasma es la homeostasis y la administración del funcionamiento de las células, realizado con la ayuda de los iones inorgánicos.
La curación de heridas y la detención del sangrado a través de la coagulación sanguínea es otra de las funciones del plasma, gracias a la presencia de agentes coagulantes en su composición. El plasma también juega un papel fundamental en ayudar al cuerpo a luchar contra las infecciones y los gérmenes, gracias a los anticuerpos presentes en él, conocidos como gammaglobulinas.
Glóbulos blancos
Las infecciones que amenazan o dañan al cuerpo son sostenidas por los glóbulos blancos encontrados en la sangre. Estas células contienen a los agentes bacterianos que intentan penetrar en el cuerpo. Los glóbulos blancos también son conocidos con el nombre de leucocitos. Su formación se produce en las células madre de la médula ósea y comienzan a circula en el cuerpo por medio de la sangre, como el líquido linfático.
El sistema inmunitario del cuerpo humano es dependiente de estos glóbulos blancos sanguíneos para identificar los patógenos, las células con material cancerígeno y la presencia de cuerpos extraños. Adicionalmente, los leucocitos están diseñados para destruir y limpiar todas las células enemigas de nuestro organismo.
Glóbulos rojos
El trabajo principal de los glóbulos rojos presentes en la sangre es asegurarse de que el oxígeno es liberado a todas las células del cuerpo, después de que la sangre haya sido bombeada desde el corazón. Estas células tienen una velocidad muy alta por lo que viajan a través de las venas y arterias. Las venas están rodeadas de una pared relativamente más pequeña, comparada con la de las arterias. Por esto, la presión sanguínea no es tan intensa como en estas últimas.
Plaquetas
Las plaquetas son los componentes más ligeros y pequeños de la sangre. Debido a su pequeño tamaño, suelen viajar cerca de las paredes de los vasos sanguíneos. La pared de los vasos sanguíneos está formada por una capa de células especiales llamada endotelio; logrando que las plaquetas no se queden adheridas a ella.
Sin embargo, en el caso de una herida la capa de las células endoteliales se daña, por lo que la sangre comienza fluir desde los vasos sanguíneos. Cuando esto sucede, las plaquetas reaccionan inmediatamente y consiguen unirse por la fibra dura que rodea las paredes de los vasos sanguíneos. Estas plaquetas se unen a las fibras y comienzan a cambiar de forma, creando una especie de sello que detiene el sangrado del cuerpo.
Fuente:
http://www.newhealthguide.org/Functions-Of-Blood.html
http://www.myvmc.com/anatomy/blood-function-and-composition/
Sus funciones principales son:
- El transporte de nutrientes, vitaminas, hormonas, etc.
- La protección del cuerpo contra virus, bacterias y cuerpos extraños.
- La regulación de la temperatura, de la presión sanguínea, de la concentración de iones, etc.
Los componentes principales de la sangre son el plasma, los glóbulos blancos, los glóbulos rojos y las plaquetas.
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